El buque “Playa de Naos”, quinto de la flota de NAVICASA, recibió este nombre en honor a la famosa playa del suroeste de La Palma, situada en el municipio de Los Llanos de Aridane. Solo hizo una escala en el puerto de la capital palmera, a donde arribó el 19 de febrero de 1969 –capitán Gerardo Umpiérrez–, ocasión en la que se hizo una presentación a las autoridades insulares y se celebró un cóctel a bordo. Al día siguiente arribó al puerto de Santa Cruz de Tenerife y el día 21 atracó por primera vez en el puerto de Las Palmas de Gran Canaria, el de su matrícula naval.
Era el segundo de un trío de buques frigoríficos construidos por encargo de Naviera de Canarias, que fueron en su momento los barcos de su clase más destacados de la Marina mercante española. El primero de ellos, nombrado “Playa de las Nieves”, tomó forma en el astillero de la Sociedad Española de Construcción Naval, en Sestao y entró en servicio en 1968, mientras que los dos restantes, «Playa de Naos» y “Playa Blanca”, fueron contratados en ASTANO.
El 21 de septiembre de 1967 se firmó el contrato de la construcción número 216 de Astilleros y Talleres del Noroeste (ASTANO), del que el 9 de julio de 1968 resbaló por la grada con el ceremonial acostumbrado. El montaje de la instalación frigorífica se realizó en Astilleros de Santander y en febrero de 1969 entró en servicio, después de la citada escala en el puerto de Santa Cruz de La Palma, incorporándose a la línea frutera entre Canarias, Rotterdam y Dieppe.
Luego, al igual que el resto de los buques que componían la flota de Naviera de Canarias, hizo viajes en tráficos internacionales que le llevaron a recorrer diversos puertos de África y Sudamérica. En 1978, los buques “Playa de Naos” y “Playa de las Nieves” fueron vendidos a la compañía argentina Antártida Pesquera Industrial SACIF, con sede en Ushuaia, Tierra del Fuego, siendo renombrados “Río Grande” y “Ushuaia”, respectivamente.
En 1983, debido a la bancarrota de su compañía armadora, ambos buques quedaron amarrados en el puerto de Buenos Aires. Allí se encontraban cuando en 1999 fueron remolcados hasta San Pedro, en aguas del río Paraná, donde en 2001 causaron baja en el registro mercante argentino, aunque no tenemos noticias de que hayan sido desguazados.
De 2.622 toneladas brutas y 3.761 toneladas de peso muerto, medía 110 m de eslora total, 15,30 m de manga, 9,28 m de puntal y 6,45 m de calado máximo. Estaba propulsado por un motor Burmeister & Wain 7-50VT2BF-110 –fabricado en los talleres de la Sociedad española de Construcción Naval en Sestao–, con una potencia de 5.400 caballos sobe un eje y mantenía una velocidad de 17,5 nudos, aunque en pruebas de mar alcanzó 19,5 nudos. Código IMO 6819609.
Estaba compartimentado en cuatro bodegas asistidas por tres grúas y puntales para la bodega de proa, con una capacidad de carga de 172.000 pies cúbicos. Disponía de sendas portas laterales para facilitar el embarque de la fruta paletizada, así como puertas interiores que comunicaban tres bodegas entre sí para mover la carga mediante medios mecánicos. Podía alojar a 12 pasajeros y 29 tripulantes.
Foto: archivo de Alberto Mantilla Pérez. Nuestro agradecimiento