De nuevo en el puerto de Santa Cruz de Tenerife la gracia y la elegancia del buque-escuela venezolano Simón Bolívar , que arribó esta mañana en una escala de cinco días de duración, antes de cruzar el Atlántico en el viaje de regreso a su país. Desde ayer tarde se encontraba fondeado al resguardo de Anaga y esta mañana, con los cadetes cubriendo candeleros en vistosa maniobra, atracó en el muelle sur.
La escala en Santa Cruz de Tenerife es la penúltima del crucero 2016. Viene de La Coruña, Lisboa y Cádiz, donde ha participado en la regata internacional “Velas de Europa 2016”, en su edición número 60. La citada competición comenzó el pasado 10 de julio en Amberes y finalizó el pasado 11 de agosto en el citado puerto gallego. Luego han sido dos semanas de navegación a vela por el Atlántico hasta su recalada en nuestra isla.
Realiza su XXVIII crucero de instrucción, de 140 días de duración, iniciado el pasado 14 de mayo en el puerto de La Guaira, en el que concluirá el próximo 1 de octubre. Tras su salida de Venezuela, el buque-escuela “Simón Bolívar” (BE-11) ha hecho escalas en Santiago de Cuba, St. John (Canadá), Le Havre (Francia), Amberes (Bélgica), Lisboa (Portugal), Cádiz y La Coruña. A su salida de Santa Cruz de Tenerife tiene prevista una escala en Pointe a Pitre (Guadalupe), antes de finalizar el viaje en La Guaira.
A bordo, en esta oportunidad, 131 cadetes de ambos sexos de la Academia Militar de la Armada de la República Bolivariana de Venezuela, bajo el mando del capitán de navío Alfonso de Gregorio Meléndez. Para recibirle han acudido el embajador en España, Mario Isea Bohórquez y la cónsul en Canarias, Elizabeth Seijo Candamio. Viajan también oficiales y cadetes invitados de Bolivia, Brasil, República Dominicana y Uruguay. Este último país tiene fuera de servicio el buque-escuela “Capitán Miranda”.
Construido en Astilleros y Talleres Celaya, a orillas de la ría del Nervión, en Bilbao, es un proyecto del ingeniero naval Juan José Alonso Verástegui. Contratado en 1978, en tiempos de la segunda presidencia de Carlos Andrés Pérez, resbaló por la grada el 21 de noviembre de 1979 y después de realizar las pruebas oficiales con el asesoramiento de la Armada española en el manejo del velamen, el 12 de agosto de 1980 se celebró la ceremonia de afirmación del pabellón nacional.
Es un buque de 1.260 toneladas de desplazamiento aparejado de brickbarca de tres palos. Mide 82,50 m de eslora, 10,60 m de manga y 4,40 m de calado máximo. Para las maniobras en puerto y tiempos de calma chicha dispone de un motor Detroit, que le permite mantener una velocidad de 10 nudos. Entre 2002 y 2008 permaneció inactivo, en obras de gran carena en el astillero Dianca, en Puerto Cabello. Es un barco bonito, elegante y bien proporcionado y todo un referente a nivel mundial.
Recordamos su primera escala en Santa Cruz de Tenerife en su viaje oficial de entrega, entonces al mando de su primer comandante, capitán de navío Saúl Chacín Sánchez, fallecido en agosto de 2015. Caballero y persona de gratísimo recuerdo, durante la estancia en el puerto tinerfeño se organizaron diversos actos en Garachico y Chío, barrio de Guía de Isora, dos localidades de estrecha vinculación con Venezuela. Hemos de mencionar, asimismo, la escala en la que vino al mando del capitán de navío Oswaldo Méndez Salazar, otro marino de estirpe, vocación y tradición. Y la ocasión en la que venía a bordo nuestro paisano Javier Díaz Sicilia, actor de la televisión venezolana, fallecido hace unos años. Aquella fue su última escala y hasta hoy han transcurrido 17 años.
Fotos: Nicolás Arocha, Florencio Yumar Suárez, Juan Carlos Díaz Lorenzo y Julio Rodríguez Hermosilla