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El buque-escuela “Cuauhtémoc”, en Las Palmas de Gran Canaria

De nuevo en el puerto de Las Palmas de Gran Canaria la gracia y la elegancia del buque-escuela mexicano “Cuauhtémoc”, embajador del país azteca que tiene una larga relación de amistad con Canarias, escala frecuente de este buque que, en esta oportunidad, viene bajo el mando del capitán de navío Carlos Gorraez Meraz. Ocasión en la que la embajadora de la República de México en España, Roberta Lajous Vargas, se traslada a Las Palmas y le asiste la cónsul en Canarias, María de los Ángeles Baca.

El buque-escuela realiza el crucero de instrucción denominado “Europa del Norte 2019”, de 226 días de duración, en el que tiene previsto visitar 15 países de once países, con la misión, además de la formativa, de estrechar los lazos de amistad del pueblo mexicano con otras naciones, así como llevar un mensaje de paz y buena voluntad en los puertos y mares del mundo, además de ceñir relaciones académicas y culturales entre Fuerzas Armadas.

El cuerpo del escudo está constituido por dos círculos concéntricos: el exterior, a semejanza de un cabo de abacá, significa la jarcia de labor, elemento principal de la tripulación en las faenas de largar y cargar el aparejo. El círculo interior sirve para dividir concéntricamente la circunferencia total del cuerpo. La parte interna lleva en su centro la silueta del buque-escuela “Cuauhtémoc” por su babor y con todo el aparejo dado, navegando hacia el poniente, impulsado por el viento, situación que representa su primer viaje para incorporarse a su Patria.

En el anillo formado por los dos círculos se tienen dos inscripciones: una en la parte superior, que dice “Armada de Méjico”, institución de la cual forma parte y otra en la parte inferior que dice “Buque Escuela Cuauhtémoc”, su nombre oficial. El mismo anillo ofrece, en el punto oriente, la figura del dios del viento Ehéctal (en la mitología azteca), quien con su aliento impulsa al buque hacia el poniente. En el punto poniente aparece el Sol del crepúsculo vespertino; en el punto norte, intercalados en la inscripción, los astros siderales que hacen posible el conocimiento constante de su posición. Por último, en la parte superior del cuerpo, el águila del escudo nacional, que recuerda el origen del buque y su dotación. 

Construcción número 187 de Astilleros y Talleres Celaya, en Bilbao, es un proyecto del ingeniero naval Juan José Alonso Verástegui y tomó forma en el plazo de un año. El 29 de julio de 1982 se enarboló el pabellón nacional mejicano y el 18 de septiembre siguiente –comandante, capitán de navío Manuel Zermeño del Peón– arribó en loor de multitud al puerto de Veracruz, donde una semana después, el 25 de septiembre, se celebró un acto oficial presidido por el entonces presidente de la República, José López Portillo.

Se trata del cuarto y último buque-escuela construido en el citado astillero bilbaíno, ya desaparecido. Aunque no son iguales, la serie se inició con el buque “Gloria”, para la Armada de la República de Colombia; “Guayas”, para la Armada de la República de  Ecuador; y “Simón Bolívar”, para la Armada de la República de Venezuela, al que recordamos especialmente cuando en su viaje de entrega –comandante, capitán de navío Saúl Chacín Sánchez– hizo escala en el puerto de Santa Cruz de Tenerife.

El buque-escuela “Cuauhtémoc” es un barco bonito, elegante y bien proporcionado, aparejado de brick-barca, con tres mástiles y 23 velas –diez velas cuadras en los palos mayor y trinquete y trece velas de cuchillo–, que despliegan una superficie vélica de 2.368 metros cuadrados. Desplaza 1.800 toneladas y son sus principales dimensiones 90,50 m de eslora, 12 m de manga, 7,40 m de puntal y 5,40 m de calado. Para las operaciones en puerto y tiempos de calma chicha dispone de un motor principal, que le permite mantener una velocidad de ocho nudos. 

Foto: Nicolás Arocha

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