De nuevo en el puerto de Las Palmas de Gran Canaria la gracia y la elegancia del buque-escuela mexicano “Cuauhtémoc”, que en estos momentos enfila la bahía de La Isleta para una escala de cuatro días de duración. Viene al mando del capitán de navío Pedro Matas Cervantes y a su llegada será recibido por la embajadora del país azteca en España, Roberta Lajous.
El buque-escuela realiza el crucero de instrucción denominado “Ibero Atlántico 2016”. El pasado 12 de marzo zarpó de su base en Acapulco y hasta su regreso previsto para el próximo 3 de octubre, cumple con un recorrido de casi siete meses en el que tiene programadas escalas en 16 puertos de 14 países.
Hasta el momento ha visitado los puertos de Balboa (Panamá), Cartagena de Indias (Colombia), La Habana (Cuba), Baltimore y New London (EE.UU.), Halifax (Canadá), Londres (Reino Unido), Hamburgo y Bremerhaven (Alemania), Amberes (Bélgica), Brest (Francia), Lisboa (Portugal) y Cádiz. De Las Palmas cruzará el Atlántico en demanda de Santo Domingo (República Dominicana) y, de nuevo en Balboa (Panamá), finalmente rendirá viaje en Acapulco.
En esta oportunidad viajan a bordo 252 tripulantes, entre dotación del buque, cadetes de la Heroica Escuela Naval de México e invitados de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). Como distinguido embajador y caballero de los mares, tiene la misión de estrechar los lazos de amistad del pueblo mexicano con otros países y transmitir un mensaje de paz y estrechar relaciones académicas y culturales entre las Fuerzas Armadas.
El buque-escuela “Cuauhtémoc” es un barco bonito, elegante y bien proporcionado, aparejado de brick-barca, con tres mástiles y 23 velas –diez velas cuadras en los palos mayor y trinquete y trece velas de cuchillo–, que despliegan una superficie vélica de 2.368 metros cuadrados. Desplaza 1.800 toneladas y son sus principales dimensiones 90,50 m de eslora, 12 m de manga, 7,40 m de puntal y 5,40 m de calado. Para las operaciones en puerto y tiempos de calma chicha dispone de un motor principal, que le permite mantener una velocidad de ocho nudos.

Se trata de un viejo conocido desde que hace 34 años nació a la mar y durante este tiempo ha navegado unas 630.000 millas y unas cinco mil singladuras. Por sus cubiertas han pasado 35 promociones de guardiamarinas, que son los actuales jefes y oficiales de la Marina de Guerra de Méjico. Es un magnífico embajador flotante, como todos los buques-escuela, refrendado en este caso por las excelencias del entrañable país amigo al que representa, lo que hace patente en cada escala.
El cuerpo del escudo está constituido por dos círculos concéntricos: el exterior, a semejanza de un cabo de abacá, significa la jarcia de labor, elemento principal de la tripulación en las faenas de largar y cargar el aparejo. El círculo interior sirve para dividir concéntricamente la circunferencia total del cuerpo. La parte interna lleva en su centro la silueta del buque-escuela “Cuauhtémoc” por su babor y con todo el aparejo dado, navegando hacia el poniente, impulsado por el viento, situación que representa su primer viaje para incorporarse a su Patria.
En el anillo formado por los dos círculos se tienen dos inscripciones: una en la parte superior, que dice “Armada de Méjico”, institución de la cual forma parte y otra en la parte inferior que dice “Buque Escuela Cuauhtémoc”, su nombre oficial. El mismo anillo ofrece, en el punto oriente, la figura del dios del viento Ehéctal (en la mitología azteca), quien con su aliento impulsa al buque hacia el poniente. En el punto poniente aparece el Sol del crepúsculo vespertino; en el punto norte, intercalados en la inscripción, los astros siderales que hacen posible el conocimiento constante de su posición. Por último, en la parte superior del cuerpo, el águila del escudo nacional, que recuerda el origen del buque y su dotación.
Construcción número 187 de Astilleros y Talleres Celaya, en Bilbao, es un proyecto del ingeniero naval Juan José Alonso Verástegui y tomó forma en el plazo de un año. El 29 de julio de 1982 se enarboló el pabellón nacional mejicano y el 18 de septiembre siguiente –comandante, capitán de navío Manuel Zermeño del Peón– arribó en loor de multitud al puerto de Veracruz, donde una semana después, el 25 de septiembre, se celebró un acto oficial presidido por el entonces presidente de la República, José López Portillo.
Se trata del cuarto y último buque-escuela construido en el citado astillero bilbaíno, ya desaparecido. Aunque no son iguales, la serie se inició con el buque “Gloria”, para la Armada de la República de Colombia; “Guayas”, para la Armada de la República de Ecuador; y “Simón Bolívar”, para la Armada de la República de Venezuela, al que recordamos especialmente cuando en su viaje de entrega –comandante, capitán de navío Saúl Chacín Sánchez– hizo escala en el puerto de Santa Cruz de Tenerife.
La Armada de la República de Chile también tiene un buque de construcción española llamado “Esmeralda”, ex “Don Juan de Austria”, gemelo del buque-escuela “Juan Sebastián de Elcano”. España lo vendió a Chile para compensar las importaciones hechas desde el citado país en época de penurias económicas. La Armada de la República de Perú tiene un nuevo buque-escuela llamado “Unión”, construido en el país andino sobre planos y asesoramiento técnico de ingenieros navales españoles.
Fotos: Secretaría de Marina de México