De nuevo en el puerto de Málaga la estampa marinera del buque-escuela “Gorch Fock”, de la Marina de Guerra de Alemania, que muestra la gracia y la elegancia de un casco fino rematada por los tres mástiles que apuntan al cielo y representa uno de los símbolos de su país, en su doble condición de embajador navegante.
La evolución de la pandemia sanitaria ha permitido que pueda ser visitado, lo que ha despertado el interés del público malacitano y de la numerosa colonia alemana residente en la provincia. Durante su estancia en el puerto de Málaga ha coincidido con otro velero histórico de bandera polaca: “Kapitan Borchardt».
Alemania es un país de larga tradición en buques a vela. Cuando acabó la Segunda Guerra Mundial, toda la flota de entrenamiento fue entregada como botín de guerra a los vencedores. En 1957 desapareció el histórico “Pamir” –tan arraigado a la historia de La Palma– y entonces el Gobierno decidió la construcción del actual “Gorch Fock”, cuyos planos de 1938, con algunas modificaciones, son una repetición del primero de los buques del mismo nombre.
Construido en el astillero Blohm & Voss, en Hamburgo, fue botado el 23 de agosto de 1958 y entregado el 17 de diciembre de ese mismo año. Aparejado de brickbarca con una superficie vélica de 2.073 metros cuadrados, desplaza 1.760 toneladas y son sus principales dimensiones 89,40 m de eslora, 12 m de manga y 5,10 m de calado máximo. Para las maniobras en puerto y tiempos de calma chicha, dispone de un motor de 1.600 caballos de potencia, que le permite mantener una velocidad de 13,7 nudos.
Alrededor de unos quince mil cadetes han pasado por la cubierta del buque-escuela a lo largo de sus 63 años de existencia. Ha realizado dos viajes de vuelta al mundo (1987/88 y 1996/97) y ha participado en multitud de regatas de carácter internacional.








Fotos: José Julián Pérez Matéu para puentedemando.com