El último barco construido por encargo de Naviera Lagos recibió el nombre de “Lago Enol” y tomó forma en Astilleros del Atlántico, Santander, factoría controlada en su accionariado por la familia Pérez-Maura, que también era accionista de Naviera Pinillos, junto a los hermanos Alberto y José Herrera Hernández, entre otros. Las vicisitudes acontecidas con posterioridad hicieron que este buque fuera el penúltimo de nueva construcción que enarbolara la contraseña de la entonces centenaria naviera.
Construcción número 217 del citado astillero, el 14 de octubre de 1982 se procedió a la puesta de quilla y el 26 de abril de 1983 resbaló por la grada. Casi seis meses después, el 17 de octubre de 1983, se realizó la entrega oficial tras verificar las pruebas de mar, en la que alcanzó una velocidad de 16,5 nudos. José Antonio Asenjo fue su primer capitán y el nuevo buque se estrenó en la línea Canarias-Sevilla.
Por entonces era un buque de 4.093 toneladas brutas, 1.805 toneladas netas y 3.736 toneladas de peso muerto, siendo sus principales dimensiones 96,14 m de eslora total –86 m de eslora entre perpendiculares–, 17,43 m de manga y 6,25 m de calado. Estaba propulsado por un motor Burmeister & Wain 6L45GFCA –fabricado, bajo licencia, en los talleres de AESA en Sestao–, con una potencia de 5.910 caballos sobre un eje, que le permitía mantener una velocidad de 15 nudos.
En febrero de 1986, la Dirección General de la Marina Mercante autorizó el cambio de nombre de este buque por el de “Guadalquivir”, celebrándose el 3 de noviembre siguiente un acto en el puerto de Sevilla, al que asistió, entre otras autoridades, el entonces presidente de la Junta de Andalucía, José Rodríguez de la Borbolla y el presidente del Cabildo Insula de Tenerife, José Segura Clavell. Por entonces Alberto Herrera Hernández presidía Naviera Pinillos y su hermano José era vicepresidente y del consejo formaban parte, entre otros, José Nelson Ruano, Luis Esteban Marcos, Manuel Librero Granados y Alejandro Lamagniere. En aquella fecha, el buque “Guadalquivir” estaba bajo el mando del capitán José María Arróniz Dabán.[1]
En una breve intervención, Rodríguez de la Borbolla celebró la decisión de Naviera Pinillos de bautizar con el nombre del río Guadalquivir a su barco más moderno, vinculado desde su puesta en servicio con el puerto de Sevilla, en el que hacía una rotación semanal. Alberto Herrera agradeció las palabras de reconocimiento y gratitud del presidente de la Junta de Andalucía y justificó el acto como una respuesta a la tradición de Naviera Pinillos de bautizar a todos sus buques con nombres de ríos de la geografía nacional, respaldado por un sentimiento de hermandad y cordialidad con el puerto sevillano, con el que la naviera mantenía servicio desde hacía muchos años.
El 13 de enero de 1989, con bastante dilación sobre las fechas previstas, el buque “Guadalquivir” quedó varado en ASTICAN, para realizar los trabajos de corte y alargamiento del casco con el añadido de una nueva sección de 14,95 m de eslora, en un contrato que suscribieron los presidentes de Naviera Pinillos, Alberto Herrera y de Astilleros Canarios, Carlos Padrón, por importe de 260 millones de pesetas, financiado por el Banco de Crédito Industrial.
Esta obra supuso añadir una capacidad adicional de 60 TEUS y durante su permanencia en ASTICAN se produjeron dos incendios, el primero el 31 de enero y el segundo el 9 de febrero, que causaron daños de diversa consideración. El 19 de mayo siguiente fue puesto de nuevo a flote y el día 31 salió a pruebas, continuando después viaje a Astilleros Luzuriaga, donde permaneció por espacio de 30 días, zarpando el 5 de agosto rumbo a Santa Cruz de Tenerife para reincorporarse a la línea de Sevilla. A partir de entonces, el buque “Guadalquivir” registraba 5.021 toneladas brutas, 2.381 toneladas netas y 4.844 toneladas de peso muerto, en un casco de 111,64 m de eslora total y 100,95 m de eslora entre perpendiculares.
En 1998, unos meses después de que el Grupo Boluda hubiera comprado Naviera Pinillos, el buque “Guadalquivir” fue renombrado “Candelaria B”, en homenaje a la Patrona de Canarias, Nuestra Señora de Candelaria, cuya festividad se celebra el 2 de febrero y el 15 de agosto en la basílica de la villa mariana de Candelaria. Por espacio de seis años se mantuvo en el tráfico de Canarias –etapa en la que fue pintado de color azul y enarboló la contraseña del grupo valenciano- hasta su venta en 2004, siendo renombrado “Sicilia Breeze”.
En su última etapa ostentó el nombre de “Saint Andreas” y figuraba como propiedad de la compañía griega Sea Velvet International S.A., abanderado en Saint Vincent & Grenadies. Estuvo detenido en varias ocasiones por deficiencias y finalmente fue vendido para desguace en octubre de 2012 y desmantelado en Aliaga (Turquía).
Foto: Juan Carlos Díaz Lorenzo
Nota:
[1] Díaz Lorenzo, Juan Carlos (1991). Naviera Pinillos 1840-1990. 150 años de historia marinera. pp. 161-162. Santa Cruz de Tenerife.