Tres mil toneladas de agua, el máximo de su capacidad, ha tomado el buque perforador “Bolette Dolphin” en el puerto de Las Palmas de Gran Canaria, a donde acudió desde el fondeadero del puerto de Santa Cruz de Tenerife. Traslado que ha aprovechado para aprovisionarse víveres, repuestos y otros equipos y, para no gastar combustible en volver al puerto donde no ha sido atendido, Fred. Olsen Energy ASA ha decidido que el buque se quede en Las Palmas.
A pesar de que, según lo publicado, el fondeadero en el puerto de Santa Cruz de Tenerife es más barato, el grueso de este tipo de buques o plataformas está atracado o fondeado en el puerto de Las Palmas, puesto que se trata de un centro de reparaciones navales de carácter internacional. ASTICAN, Hydramar y otras empresas del sector lo tienen bien montado y prestan un servicio de primer nivel.
Lo llamativo del caso es que el puerto de Tenerife tiene una gabarra para la aguada que ha sido remotorizada con bombas para elevar el caudal y no presta servicio. Un ejemplo más de la decadencia en la que se encuentra y prefiere amontonar chatarra que solo beneficia a la facturación de la Autoridad Portuaria y poco más, pese al importante despliegue de promoción de servicios que se realizó en otro tiempo. Pasividad y deriva que ya empieza a ser contestada desde los sectores afectados.
Foto: Ramón Acosta Merino