En mayo de 1989, la flota de la Empresa Nacional Elcano de la Marina Mercante se incrementó con tres “bulkcarriers” de segunda mano, comprados a Naviera Vizcaína, recién adquirida ésta por Repsol, con otras contrapartidas en los fletes de los petroleros. Se trataba de los buques “Ea”, “Ermua” y “Urduliz”. El primero de ellos, sin cambiar de nombre, fue vendido en diciembre de ese mismo año a la sociedad chipriota Shipping Produce Co. Ltd. y se renombró “Vakis T”, mientras que el segundo pasó a llamarse “Castillo de Atienza” y el tercero, “Castillo de Quermensó”.
Construcción número 188 de la factoría de Astilleros Españoles en Sestao (Vizcaya), este buque, en origen, había sido contratado por un armador griego que rescindió el contrato cuando estaba en fase de armamento a flote. Momento en el que Naviera Vizcaína se interesó y negoció con el astillero el precio de transferencia, siendo nombrado “Ermua” –capitán, Antón Aurre Elorrieta– y entró en servicio en mayo de 1973, formando parte del consorcio Iberbulk.
Antes de que saliera de astillero se adecuaron las bodegas impares para el transporte de contenedores, lo que permitió su fletamento a la compañía Cast, con sede en Amberes, para el tráfico de contenedores entre Europa, EE.UU.y Canadá, realizando los viajes de ida con contenedores llenos y los viajes de retorno con carbón americano en sus bodegas pares y contenedores vacíos en las impares. De esta manera, como explica el ingeniero naval Javier Ferrer de Arellano, el buque cubría con carga sus lastradas de forma eficaz. En 1982, finalizado el fletamento con Cast, las bodegas fueron tratadas para la carga de grano, iniciando viajes desde Argentina y EE.UU. a España fletado por Sesostris, Continental y Ferruzzi, alternando viajes para importación de carbón térmico para ENSIDESA.
En la noche del 5 de abril de 1984 sufrió un incendio en un pañol cuando se encontraba en el puerto de Rosario (Argentina), a donde había llegado para cargar 30.000 toneladas de maíz. Al percatarse el personal de guardia, intentó combatirlo mientras alertaba al resto de la tripulación y se presentó el servicio de bomberos de aquella ciudad. Al romper los portillos y las ventanas del buque, aumentó la intensidad de las llamas con la circulación del aire, de forma que la habilitación del buque quedó parcialmente destruida. Hubo que lamentar la muerte de tres tripulantes por asfixia: Jon Andoni Urruticoechea, segundo oficial de cubierta; José Ignacio Angulo, tercer oficial de cubierta y Claudio Seoane, oficial radioelectrónico.
Dado que el buque estaba a media carga y no existían medios de descarga en Rosario, se realizó una reparación provisional, de forma que se pudiera establecer comunicación entre el puente y el control de la máquina, que no resultó afectada por el fuego, así como la adecuación de algunos camarotes para que el buque pudiera salir de Rosario y completar la carga en Bahía Blanca, regresando a España en condiciones muy precarias. Después de la descarga del buque, en la factoría de Astilleros Españoles en Cádiz se realizó la renovación total de la zona de habilitación y en agosto del citado año entró de nuevo en servicio.
La presencia del buque “Castillo de Atienza” en la flota de Elcano, en la que participó en el tráfico carbonero, se prolongó hasta 1993, cuando se vendió a la compañía chipriota Waterford Marine Co. Ltd. A partir de entonces ostentó el nombre de “Pioneer Star” en la que sería su tercera y última etapa, pues en febrero de 1998 fue vendido para desguace en Pakistán.
De 27.312 toneladas brutas, 19.292 toneladas netas y 53.488 toneladas de peso muerto, medía 206,86 m de eslora total –194,32 m de eslora entre perpendiculares–, 29 m de manga, 18 m de puntal y 13,27 m de calado. Disponía de siete bodegas con una capacidad para 68.915 metros cúbicos y estaba propulsado por un motor Sulzer 6RD90, fabricado bajo licencia en los talleres a AESA en Sestao, con una potencia de 15.000 caballos sobre un eje y mantenía una velocidad de 15 nudos. Código IMO 7303798.
Foto: Empresa Naviera Elcano