Tammineimi, la que fue residencia oficial de Urho Kekkonen (1900-1986), presidente de la República de Finlandia entre 1956 y 1982, exhibe una exposición fotográfica de largo recorrido en la historia de este relevante personaje cuya proyección política trascendió a nivel internacional. En la muestra figura esta histórica fotografía de Jussi Pohjakallio (1930-1990), tomada el 3 de septiembre de 1960, con motivo de la celebración del 60 cumpleaños del presidente finlandés. En ella vemos el brindis con el presidente del consejo de ministros de la URSS, Nikita Kruschov. Dicen las crónicas de la época que “el resto del partido” se prolongó hasta las cinco de la madrugada.
Durante su prolongado mandato como octavo presidente de la República de Finlandia, Kekkonen practicó un conservadurismo moderado, que se convirtió en el garante de la independencia y la democracia de Finlandia y se mantuvo al margen de la alineación estratégica y en una estricta neutralidad. A pesar de que hubo algunos problemas serios, Kekkonen cultivó con bastante esmero las relaciones con el poderoso vecino soviético, que desde el Tratado de Asistencia de 1948 ejercía una tutela sobre los asuntos fineses a cambio de permitir un régimen parlamentario.
El régimen de Moscú siempre alabó al «amigo» Kekkonen. En realidad, fue la mejor estrategia de un presidente patriota que supo salvaguardar la soberanía nacional. Demostración de tan especial y sutil vínculo lo encontramos en el elenco de distinciones académicas y condecoraciones recibidas por el presidente Kekkonen, que –algo bastante infrecuente en el liderazgo mundial– le fueron otorgadas tanto por países capitalistas como por comunistas, como lo a acredita el hecho de que la URSS le concedió el Premio Lenin de la Paz.
Foto: Jussi Pohjakallio