El avión que Rodolfo Bay llamaba “el Maserati del aire”

Una serie de problemas e incumplimientos con las especificaciones requeridas por American Airlines hicieron que la citada aerolínea norteamericana redujera el número de pedidos del avión Convair CV990A, dado que no podía cumplir con el requisito de volar sin escalas de costa a costa de EE.UU. Y ello a pesar de que en mayo de 1961, uno de los prototipos de este modelo alcanzó un récord de velocidad, 0,97 Mach en un vuelo a una altitud de 22.500 pies, equivalente a una velocidad real de 1.086 kilómetros/hora. A cambio consumía 13.750 libras de combustible por hora a 0.84 Mach, nivel 350 y un peso de 91 toneladas.
Después de este hito hubo que aplicar diversos cambios para reducir la resistencia aerodinámica del avión para cumplir con los requerimientos de American Airlines, en el que, entre otros cambios, se introdujeron carenados en las góndolas del motor. Sin embargo, entonces Convair ya había perdido la carrera, pues Boeing, con sus versiones B-720 y B-720B y la pronta aparición del B-727 acabó con las posibilidades del rediseñado avión, del que solo se fabricaron 37 unidades.
Ello tendría consecuencias financieras desastrosas para el fabricante aeronáutico norteamericano, que generó unas pérdidas corporativas de gran envergadura para la época, dedicándose a partir de entonces a la fabricación de fuselajes por encargo de McDonnell Douglas para los modelos DC-10, KC-10 y MD-11.
En 1963 solo se habían fabricado 37 aviones Convair CV990A, de unas expectativas que apenas superaban el centenar y no conseguía atraer la atención de las aerolíneas, que preferían las opciones de Boeing y Douglas. En 1967 American Airlines comenzó a deshacerse de sus aviones CV990A y entonces apareció Spantax y le compró diez unidades entre dicho año y 1972.
Swissair compró ocho aviones a partir de 1962 para sus líneas de larga distancia a Sudamérica, África Occidental, Oriente Medio y Lejano Oriente, así como en sus rutas europeas de mayor densidad. La compañía suiza le agregó el nombre de “Coronado” y en 1974, cuando comenzó su retirada, cuatro de ellos pasaron también a Spantax, así como un simulador de vuelo. En total, la compañía española operó 14 aviones CV990A, con una configuración máxima de 149 asientos.
Dicho número de aviones, aunque no todos coincidieron al mismo tiempo, equivalía a algo más de un tercio del total de CV990A fabricados. De modo que en 1974 Spantax se había convertido en el mayor operador de este avión en Europa y el segundo mayor del mundo después de American Airlines. Rodolfo Bay –a quien tuvimos el honor de visitarle y entrevistarle en dos ocasiones en su domicilio de Palma de Mallorca–, fue apodado el “rey de los Coronados” y describía a este avión, que también pilotó en diversas ocasiones, como “el Maserati del aire”.
Foto: Postal de Spantax. Archivo de Juan Carlos Díaz Lorenzo