El mundo de la aviación

El avión Convair CV 440 en la red interinsular de Canarias

Hubo un tiempo, hasta la llegada en 1968 de la flota Fokker F-27, que Iberia posicionó algunos aviones Convair CV-440 “Metropolitan” en Canarias y también volaban a los aeropuertos del Sahara español y otras plazas africanas, caso de Sidi-Ifni. Durante algunos años coexistieron con el Douglas DC-3 y el Fokker F-27. Era un avión fiable, con capacidad para 44 asientos y para inspirar confianza entre los pasajeros, en la puerta de acceso tenía un cartel que decía “equipado con radar”. Con este tipo de avión, Iberia atendía también vuelos nacionales e incluso algunos europeos.

En alguna ocasión hemos contado la anécdota de que en 1955, cuando Iberia tomó la decisión de comprar sus primeros aviones Convair CV 440 “Metropolitan”, el fabricante aeronáutico norteamericano planteó la opción de que vinieran equipados con dos extras para la época como eran el radar de exploración meteorológica y el piloto automático. Pero los rectores de Iberia no estaban por la labor de invertir mucho más dinero y dieron a elegir al comité de pilotos que presidía Ansaldo entre uno u otro elementos y se decantaron por el primero, pues en cuanto al segundo, “para eso tenemos al copiloto”.

En abril de 1957 llegaron los cinco primeros aviones Convair CV 440 “Metropolitan”, a los que siguieron otros doce entre 1959 y 1964 –algunos adquiridos de segunda mano–, comprobada su fiabilidad técnica y operativa y el agrado con que fueron recibidos por los pasajeros. Este modelo de avión bimotor –varios de los cuales recibieron nombres de monumentos nacionales–, volaba a 460 km/h, podía llevar entre 44 y 55 pasajeros y relevó progresivamente a la flota Douglas DC-3 en los vuelos de la red nacional hasta su retirada a partir de 1971.

Tres de ellos volaron durante una temporada para la compañía ecuatoguineana LAGE, cuatro fueron vendidos al Ejército del Aire y los restantes causaron baja en el transcurso de 1972. Aviaco también operó seis aviones de este modelo, lo que marcó el comienzo de la renovación de su flota. Del lote que tuvo Iberia, dos de ellos sufrieron accidentes graves: EC-ATB, el 12 de octubre de 1962 en Carmona, apenas casi dos meses después de su entrega y EC-ATH, el 31 de marzo de 1965, en las proximidades de Cabo Espartel.

Foto: vía José Tomás González Domínguez

Anterior

El petrolero “New Diamond”, en llamas cerca de Sri Lanka

Siguiente

El fuego destruye la sección de popa del petrolero “New Diamond”