Donde ahora acaba la recta de Las Manchas

La erupción del volcán que acontece en la isla de La Palma ha cambiado por completo la morfología de una parte de la comarca oeste y, especialmente, de aquella en la que el recorrido de la lava ha transformado el paisaje que conocíamos hasta hace apenas un mes. Han desaparecido varios cientos de viviendas engullidas por la lava, han desaparecido caminos, veredas y carreteras. Han desaparecido huertas, fincas… han desaparecido multitud de recuerdos, vivencias, emociones… y todo eso se ha tornado en tristeza, desesperación, desolación, destrucción…

La recta de Las Manchas y sus alrededores –un espacio tan vinculado a los años juveniles idos para siempre–, ha cambiado su fisonomía y acaba abruptamente ante una impresionante muralla de lava que no deja ver el valle de Aridane. Tiene su lindero fatídico en la casa de Priscila, que ya es historia. Las otras casas que sobreviven están inundadas por toneladas de cenizas expulsadas por el monstruo que se muestra enérgico y apenas dejan ver su otrora fisonomía elegante y siempre bien cuidada.

El Paraíso, Alcalá, Cinco Caminos, Los Campitos… las casas de tío León, Chilo, Tino, Facundo, Lila, Berto, Carmen Nieves y tantos otros parientes, amigos y conocidos… de eso ya no queda nada. Solo el recuerdo de la memoria fértil, porque las ingentes cantidades de lava de este gigante de la naturaleza han arrasado con todo lo que han encontrado a su paso. Y la inquietud, la penuria y el dolor inmenso e indescriptible de tantas familias todavía no ha terminado. ¡Qué tristeza más grande!

Fotos: UME