En 1965, cuando aún no había cumplido los 18 años, entré a formar parte de la tripulación del buque «Dómine» como alumno de máquinas. En 1963 el barco había vuelto a cubrir la línea de Guinea después de sufrir una gran reparación de más de un año de duración. Era este un buque cuya historia comenzó en 1931, año en que la Compañía Trasmediterránea resultó adjudicataria de un concurso para operar, por un período de 20 años, todas las líneas marítimas de soberanía, incluida de Guinea. Por ello, hubo de asumir la condición de construir dos buques mixtos de carga y pasaje adaptados a las necesidades de esta línea.
Al año siguiente, la Compañía Trasmediterránea contrató la construcción de los dos buques requeridos –uno, con la Sociedad Española de Construcción Naval y el otro, con Euskalduna-. La construcción del primero de ellos se inició en la factoría de Sestao a principios de 1933. El 27 de julio de 1934 se procedió a su botadura imponiéndosele el nombre de «Dómine», como homenaje a la figura de su fundador y primer presidente, José Juan Dómine. El nuevo buque fue entregado a sus propietarios en septiembre de 1935, incorporándose al servicio en la línea Bilbao-Guinea. Su gemelo, botado el 28 de agosto de 1934, recibió el nombre de «Fernando Poo», acorde a la línea a que iba destinado, y, entregado en septiembre de 1935, realizó su viaje inaugural desde Barcelona en octubre de ese año.

Eran dos espléndidas motonaves de 6.900 TRB, con 124 m de eslora y 16,5 m de manga y, a plena carga, presentaban un calado de 6,7 m. Propulsados por dos motores diésel de 2500 CV de potencia cada uno, alcanzaban una velocidad de 16 nudos. De acuerdo a las necesidades de la línea a la que iban destinados, disponían de una gran capacidad de bodegas y unas lujosas y confortables cámaras para el pasaje (el mobiliario de los salones y cámara de primera clase era de caoba y los de segunda clase de roble americano). Tenían una bonita y característica estampa marinera marcada por su popa de crucero y su cubierta principal descubierta lateralmente.
Carrera militar
Los dos gemelos prestaron servicio sin novedad hasta 1936, cuando comenzó la guerra civil española, durante la cual el «Dómine», que quedó bajo el bando nacional, fue habilitado como crucero auxiliar y armado con cuatro piezas de artillería de 101,6 mm procedentes del acorazado «España». En enero de 1937 fue desmilitarizado para realizar un viaje extraordinario con peregrinos marroquíes a La Meca y, con el nombre de «Mogreb El Aska», inició en Ceuta su histórico viaje, siendo escoltado primero por los cruceros «Canarias» y «Baleares», en aguas del Norte de África, y después por buques de la Marina italiana hasta alcanzar el Canal de Suez. Permaneció por espacio de tres semanas en Masaua regresando a España en el mes de marzo.
Tras este viaje, el buque «Dómine» fue transformado en transporte rápido de guerra y artillado con piezas de 150 mm, enarbolando de vez en cuando bandera alemana -con el nombre de «Archenfels»– y otras veces bandera italiana -con el de «Stelvio»– hasta que, a finales de 1938, fue desarmado y empleado como buque de transporte en el Mediterráneo. Finalizada la contienda, fue desarmado y devuelto a la Compañía Trasmediterránea. Peor suerte corrió su gemelo «Fernando Poo», al servicio del bando republicano, que fue hundido en aguas de Bata el 14 de octubre de 1936.
El buque «Dómine» continuó sus viajes de la línea de Guinea y, en junio de 1940, realizó su único viaje trasatlántico, desde Génova a Buenos Aires con escalas intermedias en Barcelona, Santa Cruz de Tenerife, Río de Janeiro, Santos y Montevideo.


Hasta mediados de la década de los años cincuenta fue en la línea de Guinea donde, principalmente, prestó sus servicios siendo un barco muy identificado con el entorno colonial. Durante su estancia en Santa Isabel, el buque se convertía en centro social de la colonia española, donde se celebraban fiestas y otros eventos. La población autóctona también sentía un especial cariño por el «Dómine Valencia», como familiarmente era conocido entre ellos debido a que relacionaban el nombre del barco con el puerto de registro que figuraba en sus dos aletas.
Durante esta época fue usado muchas veces como buque comodín, prestando servicios en el sector de Baleares y también en la línea de Sevilla a Canarias. En enero de 1958, el buque «Dómine» se vio envuelto nuevamente en actividades militares al ser movilizado para el transporte de personal y material de guerra desde el puerto de Valencia a Cabo Juby, con motivo de las operaciones derivadas de la invasión y ataques a las guarniciones españolas. A finales de 1961 se le sometió a una importante reparación, que se prolongó durante todo el año 1962 y, a principios de febrero de 1963, se reincorporó a la línea de Guinea, aunque puntualmente prestaba servicios entre la Península y los puertos de Baleares y Canarias.
En el verano de 1965, el buque «Dómine» pasó a cubrir servicios en el sector de Baleares, concretamente en la línea Barcelona-Palma, y allí tuve la ocasión de conocer el ambiente bullicioso y alegre de los viajes de vacaciones a Mallorca.
La vida a bordo
El retorno del «Dómine» a la línea de Guinea coincidió con mi incorporación a Trasmediterránea, lo que me permitió realizar dos viajes completos a la antigua colonia española visitando Santa Isabel, San Carlos y Bata. La emoción que sentí cuando subí al barco quedó grabada en mi mente para toda la vida así como la melancolía que me invadió cuando, saliendo de Cádiz rumbo a Canarias, vi alejarse por la popa a la ciudad y a los seres queridos que allí quedaron y que, con inmensa alegría, acudieron a recibirme al regreso.
A bordo viví la experiencia tropical, en la que además de protegernos del paludismo con pastillas de quinina, la jornada “de día” era de cuatro de la mañana a doce del mediodía para poder soportar el ambiente tórrido de la sala de máquinas que contrastaba, cuando estábamos en Santa Isabel, con el ambiente nocturno del bar-discoteca de la nigeriana Anita Guau, local donde sonaba música étnica y moderna, y donde, a veces, se podía presenciar la coreografía del “balele” con las bailarinas en «top-less».


En los viajes de regreso, la tripulación del «Dómine» se veía aumentada con las mascotas adquiridas en Guinea -loros y algún que otro chimpancé- que hacían las delicias del pasaje y tripulación hasta que eran recogidas por sus nuevos propietarios en el puerto de llegada. Recuerdo como un chimpancé, transportado por el calderetero, ayudaba a los engrasadores haciendo faenas de limpieza de pinturas en los mamparos de la sala de máquinas.
Con la independencia de la colonia, el «Dómine» dejó de viajar a Guinea y sus servicios se centralizaron en las líneas que unían la Península con los archipiélagos. Por avatares del destino, el «Dómine», buque construido especialmente para los servicios de Guinea, inició su vida marinera con un viaje a la Guinea Española en 1935 y la acabó repitiendo el viaje a la hoy Guinea Ecuatorial.
El 17 de abril de 1975 salió de Barcelona y después de hacer escala en Valencia y Las Palmas atracó en Malabo el día 6 de mayo de donde partió, en viaje de regreso a la península, el 20 de mayo siguiente. Posteriormente quedó inactivo en el puerto de Barcelona, mientras se tramitaba su baja en el Contrato de Comunicaciones Marítimas de Soberanía.
Fotos: Archivos de Laureano García Fuentes y Juan Carlos Díaz Lorenzo
Publicado en la revista «Azul Marino», número 79