El 7 de octubre de 1998 llegó al puerto de la factoría de Alúmina-Aluminio (Alcoa) en San Ciprián, el bulkcarrier “Castillo de Arévalo” procedente de Port Kamsar (Guinea Conakry) con una carga de mineral de bauxita para dicha factoría. A bordo, de polizón, venía Davis Kamara, natural de Freetown (Sierra Leona) y de 22 años de edad.
Nada más atracar el barco, la Guardia Civil de Burela, avisada de antemano por el consignatario Pérez Torres, se hizo cargo del polizón, el cual inmediatamente pidió asilo político por provenir de un país en guerra civil. Había escapado hasta un campo de refugiados en Guinea Conacry donde le facilitaron documentación acorde a su condición.
Se admitió a trámite la documentación presentada siendo desembarcado por las autoridades de extranjería y entregado a la Cruz Roja de Burela para su atención médica, siendo trasladado al Hospital da Costa para un chequeo médico, manutención y alojamiento. Debía estar localizable las 24 horas y sin desplazarse fuera de Burela, por lo que se le alojó en un hostal, advirtiéndole la Guardia Civil que podía salir a la calle pero no fuera del casco urbano.
El 14 de octubre, por parte de las autoridades de extranjería se le desestimó el expediente de solicitud de asilo, por lo que continuó siendo atendido por Cruz Roja, mientras no se procediera a su repatriación a la vuelta del buque «Castillo de Arévalo» u otro que regresase a Port Kamsar. Cuando Davis Kamara tuvo noticias de que otro barco dedicado al transporte de bauxita llegaría pronto a San Ciprián, y, por tanto, sería repatriado, el 4 de noviembre desapareció del hostal y sin dejar rastro.
Habían pasado dos años de estar ilegal en España, cuando contactó con el delegado de Cruz Roja en Burela, comunicándole que se encontraba bien en A Coruña, en un piso de acogida, y que ya podía tramitar la documentación para legalizar su estancia. Lo cual realizó y con ella en su poder regresó de nuevo a Burela para dar las gracias personalmente a todos los que le habían ayudado.
Como final feliz, regresó a Coruña donde estuvo trabajando en la construcción. Posteriormente se fue a vivir a Vigo, donde conoció a una doctora anestesista del hospital Povisa y se casó con ella y tuvieron un hijo. Posteriormente se fueron a vivir a Londres, parece ser que por presiones mediáticas y racistas de amigos e incluso familiares de su esposa y ahí se pierde de nuevo su pista.
Fotos: Archivo de Ángel Fernández Acción y Jorge Rodríguez Suárez
(*) Oficial radioelectrónico de primera clase. Ex funcionario de Salvamento Marítimo