Durante años, desde 1955 hasta 1968, el avión Douglas DC-3, tanto de la gran Iberia como de Spantax, alquilado por la primera, fue el protagonista de las comunicaciones aéreas entre Tenerife y La Palma. Este avión legendario en su versión militar y civil había sido protagonista de honor cuando la inauguración del aeropuerto, un fasto que coincidió con el año lustral de 1955.
Dos vuelos semanales, que luego fueron tres, hasta que la demanda justificó el vuelo diario, que llegaría a partir de 1968 con la incorporación del primer avión Fokker F-27 de Spantax, pilotado por Julián Bustamanente y Francisco Andreu Plaza y alquilado por Iberia.
En la foto del archivo de Miguel Bravo vemos a unos pasajeros tras bajarse del avión DC-3 de Iberia que los había traído desde Tenerife. Viajar en avión, entonces, era un lujo. Nada que ver con el transporte aéreo actual. Las tornas se han cambiado. En aquel tiempo, el transporte marítimo era el medio más económico y el avión el más caro. Hoy, con jugosas subvenciones de por medio, avión y barco son indiscutibles protagonistas del transporte con La Palma.
Foto: col. J. P. Vergara vía Miguel Bravo