El avión Lockheed L-1049C Super Constellation ha sido, sin duda, el más bonito y elegante de todos cuantos haya tenido Iberia. La airosa trideriva de su cola lo distinguía y lo hacía inconfundible. Visto por el costado ofrecía una silueta serpentina con una finura inigualada por ningún otro diseño a lo largo de la historia de la construcción aeronáutica.
Tenía capacidad para 74 pasajeros, 14 en primera clase y 60 en turista, con un extraordinario servicio a bordo. La primera clase estaba situada en la parte posterior del avión, donde había menos ruidos y vibraciones. Además, existía la posibilidad de desplegar dos camas, aisladas del pasillo mediante unas cortinillas y una sección de dos butacas enfrentadas y con unas mesas plegables.
Aunque tenía cuatro motores, el avión Super Constellation estaba considerado el mejor trimotor que cruzaba el Atlántico, debido a la frecuencia con la que tenía que parar uno de ellos en pleno vuelo.
Foto: archivo de Juan Carlos Díaz Lorenzo