En la etapa final de la vida operativa del destructor “Marqués de la Ensenada” (D-43) se produjo un serio incidente en la madrugada del 2 de octubre de 1981 atracado en el puerto de Santander, cuando hizo explosión un artefacto adosado al casco del buque, que provocó una vía de agua e inundó la sala de calderas. Afortunadamente no se produjeron víctimas, pero la acción pudo haber causado una tragedia.
Ese mismo día, en una llamada telefónica anónima recibida a las 13 h en la redacción del programa “Onda Pesquera” del periodista Jesús Ferreiro en Radio San Sebastián, una voz en nombre de la banda terrorista ETA reivindicó el atentado. Las pesquisas de la Policía apuntaban a ETA Militar como posible autora del sabotaje, pues el citado buque colaboraba entonces en la vigilancia de las aguas del Cantábrico en la lucha antiterrorista.
La vía de agua se pudo taponar con la intervención del buzo profesional Alonso Fernández González y el personal de su empresa. El boquete provocado por la explosión medía 3 x 2,5 m y es justo recordar que el citado buzo se negó a cobrar el importe de su trabajo, por considerarlo un servicio a la Armada y a España.
Los bomberos de Santander consiguieron achicar la inundación también en un tiempo récord. El combustible fue bombeado a través del petrolero “Teide” como estación intermedia a los destructores “Méndez Núñez” y “Gravina” y la munición y el armamento ligero se transbordó al patrullero “Cadarso”.
En la tarde del 2 de octubre entró de varada forzosa en el dique seco de Astilleros de Santander, donde se hicieron las reparaciones de urgencia para asegurar su flotabilidad, dirigiéndose después al astillero de la Empresa Nacional Bazán en Ferrol.
Para evitar la publicidad de la baja del buque por una acción terrorista, el Gobierno y la Armada autorizaron las reparaciones necesarias —unos diez millones de pesetas de la época— para mantenerlo en servicio, prolongándose su vida operativa hasta el 20 de octubre de 1988, con lo que se convirtió en el más longevo del trío de la clase Oquendo.
El trozo de plancha con el boquete provocado por la explosión, así como la campana del destructor “Marqués de la Ensenada”, se encuentran expuestas en el Museo Naval de Ferrol.
Foto: archivo de Pepe Ferrol Galicia
2 comentarios
La bomba iba dirigida al patrullero Bonifaz que estaba a proa del Marqués pero hubo que cambiar de atraque debido a que tenía que atracar un mercante más a popa del Marqués, eso salvó al Bonifaz sino hubiera sido una masacre, yo estaba en tierra en ese momento.
Yo estaba embarcado ahí.
Sufrí el atentado de ETA.