El 30 de marzo de 1992 “otra vez se rondó la tragedia, con la meteorología de fondo”, escribe José Ramón Marteles para referirse al accidente sufrido por el avión Douglas DC-9 EC-BYH “Castillo de Butrón” en el aeropuerto de Granada. El vuelo AYC-201 procedente de Madrid, con 94 pasajeros y cinco tripulantes, se partió en dos cuando aterrizaba en la pista del citado aeropuerto.
En el informe oficial se dice que “el avión contactó en mala posición con la pista, giró bruscamente y comenzó a resbalar… se partió el tren de aterrizaje… hasta que el fuselaje se abrió… partido por la mitad”. La lluvia y la suerte evitaron el incendio del combustible derramado.
La cola del avión quedó a unos cien metros del resto y hubo que lamentar 26 heridos de diversa consideración. Al día siguiente, la prensa titulaba: “El avión que dio a luz a 98 recién nacidos”.

Bibliografía:
Marteles, José Ramón (1998). “AVIACO. Noticia de 50 años”, p. 222. Madrid, edición del autor.
Fotos: vía Francisco Bonilla y José Ramón Marteles en su referido libro.