El buque oceanográfico “Ángeles Alvariño” continúa los trabajos de rastreo con maniobrabilidad restringida en la zona donde apareció abandonada la lancha del padre de las dos niñas desaparecidas desde el pasado 27 de abril en Tenerife. Según se aprecia trabaja en una zona acotada frente al litoral de la capital tinerfeña en la que emplea un sonar de barrido lateral y un robot submarino denominado Liropus, siguiendo las instrucciones de los investigadores de la Guardia Civil que llevan el caso.
Según informa la edición digital de Diario de Avisos, decano de la prensa de Canarias, es conocido que Tomás Gimeno zarpó la noche de autos en una embarcación de recreo de su propiedad de seis metros de eslora con la que apenas consumió un tercio del combustible. El hecho de que la embarcación apareciera frente al Puertito de Güímar, vacía y a la deriva a primera hora de la tarde del día siguiente, indica que las corrientes la empujaron hacia esa zona de la isla.
Foto: cedida