El gigante francés CMA CGM ha contratado en China la construcción de nueve buques ULCV de 22.500 TEUS cada uno, que serán propulsados por gas natural licuado. Lo más llamativo es que el proyecto sustituye el bulbo de proa característico de la construcción naval desde hace décadas, por una proa recta (“bulbless bow”), pensando en una navegación más lenta.
Según señala la consultora Alphaliner, este tipo de proa podría extenderse en los próximos años debido a que los costos unitarios más bajos se imponen frente a los plazos de tránsitos más rápidos. Las ventajas de explotación de un buque dotado de bulbo –más complejo y más caro– han disminuido en la última década, en la que no se requiere mayor velocidad, lo que ha provocado que la ganancia porcentual de eficiencia energética disminuya significativamente.
A pesar de las ventajas en el costo unitario con la propulsión a gas natural, CMA CGM busca oportunidades para conseguir que los nuevos buques sean los más rentables de la industria. Desde septiembre de 2017, el precio de la tonelada de fuel IFO 380 ha subido de 320 dólares a 440 dólares y la previsión es que siga aumentando, por lo que el consumo de combustible se convierte en el mayor riesgo para la rentabilidad sostenida en la industria, pues ello reduce los «débiles márgenes» de ganancias, señala Alphaliner.
Foto: CMA CGM