A la historia de los armadores españoles que tuvieron barcos con bandera de conveniencia pertenece el buque “Inca”, que navegó entre 1958 y 1973 abanderado en Panamá figurando como propiedad de las sociedades Inca Transportes Corporation y Tecnimarítima SAE. En ambas etapas perteneció al armador gallego Ceferino Nogueira Rodríguez, fallecido el 31 de marzo de 2012.
Este empresario, que inició su andadura en el sector de la madera en Pontecesures, se trasladó a Marín a finales de la década de los años cincuenta donde fundó la empresa Explotaciones Forestales de Galicia, que abastecía a la recién inaugurada ENCE; constituyó Naviera Mogor y fundó Factoría Naval de Marín, resultado de la adquisición de los varaderos de Tiburcio González e Hijos y Hermida. Posteriormente, la actividad empresarial evolucionaría al Grupo Nogar, que en la actualidad dirigen sus hijos.
En abril de 1958, Ceferino Nogueira incorporó a su flota el vapor “Inca”, siendo abanderado en Panamá, quizás por las restricciones que entonces imponía la Subsecretaría de la Marina Mercante para la importación de buques del extranjero. Por entonces era un barco que tenía 33 años de vida marinera y viendo la imagen que acompaña –típica de los costeros de construcción británica de la época– su estampa nos recuerda, entre otros, al vapor “Río Miera” y otros barcos de armadores del Cantábrico y del Mediterráneo, pues tenía el puente al centro y la máquina a popa, alta y delgada chimenea, proa recta y puente de madera, aunque en origen estaba abierto.
Construcción número 393 del astillero Ailsa Shipbuilding Co, en Troon, entró en servicio en junio de 1925 con el nombre de “Fluor”, bandera británica y la contraseña del armador William Robertson, de Glasgow. Consiguió sobrevivir a la Segunda Guerra Mundial y el 10 de octubre de 1946 se hundió tras una colisión con el trasatlántico “Strathnaver” en el puerto de Southampton. Dos semanas después fue reflotado y reparado en el astillero de Grangemouth. En mayo de 1949 pasó al dominio de William Robertson Shipowners Ltd. y en enero de 1958 a Gem Line, que era una sociedad controlada por el citado armador.
De 914 toneladas brutas, 453 toneladas netas y 1.217 toneladas de peso muerto, medía 63 m de eslora total –60,7 m de eslora entre perpendiculares–, 9,90 m de manga y 4 de puntal. Estaba propulsado por una máquina alternativa de triple expansión, de 90 NHP, fabricada en el mismo astillero que le permitía mantener una velocidad de 9 nudos. Código IMO 5159985.
En enero de 1964 embarcó el joven oficial José María Chillón Martín –segundo de tres hermanos todos ellos capitanes de la Marina Mercante–, etapa en la que el buque hacía la línea Barcelona-Marsella con cargas de carbón. En el citado puerto francés cargaban mil toneladas en cuatro o cinco horas y la descarga en Barcelona oscilaba entre dos y tres días. Aunque el barco ondeaba bandera de Panamá, “recuerdo perfectamente que en los pasillos había unos carteles que rezaban: Aunque la bandera que ondea en la popa es panameña, a bordo rige la Ley Penal y Disciplinaria de la Marina Mercante española”.
“Recuerdo que en uno de los de los viajes de ida, en lastre como ya te dije, al llegar al través de Creus, la mar estaba como un plato y el capitán me preguntó:
– ¿Cruzamos?
Se refería a si trazábamos rumbo directo a Marsella o costeábamos como era aconsejable en el mes de enero. Entonces no había previsión del tiempo como ahora. Y yo, con mi pobre experiencia dije alegremente que sí. Cuando estábamos en la mitad del Golfo se levantó un mistral de los de enero. Yo no sé cómo aguantó sin hundirse. Yo le dije al capitán que, en mi opinión, deberíamos poner rumbo norte hasta que avistáramos tierra. Nos costó Dios y ayuda poder virar hasta alcanzar el rumbo. El viento podía más que el timón. Finalmente llegamos a Marsella.No lo he pasado peor en ningún otro momento de mi vida en los barcos”.
El veterano vapor “Inca” siguió navegando en su humilde oficio de carbonero y cargas de graneles hasta 1973. El 15 de octubre del citado arribó a San Juan de Nieva (Asturias), donde se procedió a su desguace a manos del personal del industrial G. García.
Foto: Linesman (shipspotting.com)