Narinkkatori es uno de los espacios urbanos más transitados de la ciudad de Helsinki. En un lateral se encuentra un edificio pequeño y llamativo. Es la capilla de Kamppi, pensada como un lugar de reposo y paz. Se la conoce como la capilla del silencio. Una iniciativa de la Iglesia luterana de la capital finlandesa y el Departamento de Salud y Asuntos Sociales de Helsinki, en cuya actividad también participan las parroquias de Espoo y Vantaa. La forma curva del pequeño edificio sacro de madera proporciona perspectivas para fluir por el espacio urbano y en su interior abraza a los visitantes.
La capilla de Kamppi no se utiliza para la celebración de oficios religiosos. Se proyecta como un espacio abierto cada día para el reposo y el encuentro, en la que periódicamente se celebran momentos de devoción. Cada cual puede pasar el tiempo que desee en su interior. En el recinto sacro reina el silencio y destaca la presencia de la luz, que incide de forma indirecta desde lo alto y resalta la sensación cálida de los materiales. Las paredes interiores del espacio religioso están revestidas con tableros de resina moldeados. La suavidad de las formas acoge desde el instante mismo en el que se accede.
El diseño arquitectónico de la capilla corresponde a los arquitectos Kimmo Lintula, Niko Sirola y Mikko Summanen, miembros del estudio K2S Oy. Se trata de un ejemplo de construcción innovadora en madera finlandesa, que llamó la atención antes de su construcción, cuando el proyecto fue presentado. Tiene reconocimientos importantes, como el premio The Chicago Athenaeumin International Architecture Award 2010 y también formó parte del programa World Design Capital Helsinki 2012.


La capilla puede ser abordada desde todas las direcciones. Desde Simonkatu se llega a una pequeña plaza que se abre hacia Narinkkatori. A partir de ahí, un tramo de escaleras conduce al nivel de acceso. Las entradas se encuentran en dos fachadas de vidrio, enfrentando Narinkkatori y el edificio Lasipalatsi. Sólo el espacio de la capilla se encuentra en el volumen de madera. Los espacios secundarios están abiertos hacia la plaza. El acceso sirve como zona de exposición y allí reciben los religiosos encargados y los trabajadores sociales. Son muy amables.
La sala de la capilla mide 11,5 m de alto y ocupa una superficie de 352 metros cuadrados. Las obras finalizaron en mayo de 2012 y el coste final del proyecto fue de siete millones de euros. La fachada está formada por listones de abeto horizontales, aserrados y tratados. El mobiliario es de madera maciza. La cruz de plata del altar es obra del artista Antti Nieminen. Las partes visibles al público han sido realizadas en tableros de abeto horizontales colocados en distintos radios, tratados acústicamente con cera de madera en la que se han aplicado nanotecnologías. El armazón ha sido realizado en discos de madera encolada y moldeada.






Fotos: Juan Carlos Díaz Lorenzo