Se cumplen cien años de la tragedia del trasatlántico español “C. de Eizaguirre”, hundido en la madrugada del 26 de mayo de 1917, tras tocar con una mina fondeada por un submarino alemán en aguas de Sudáfrica, en el transcurso de la Primera Guerra Mundial. De las 134 personas que viajaban a bordo, sólo sobrevivieron 25.
El citado buque, adquirido en 1904 por Compañía Trasatlántica Española, iba en viaje regular a Filipinas y se hundió en apenas cinco minutos. Había zarpado del puerto de Cádiz con escalas en Las Palmas de Gran Canaria, Ciudad del Cabo, Colombo, Singapur e Ilo-Ilo.
Para recordar a quienes entonces perdieron la vida, en Ciudad del Cabo, a donde no consiguió llegar, se celebrará hoy un homenaje funerario. En Cádiz, la hermandad de la Santa Caridad ofrecerá una misa de réquiem a semejanza de las que fueron oficiadas hace un siglo en la capital gaditana por la cofradía del Nazareno en la Iglesia de Santa María, la Compañía Trasatlántica en la iglesia de San Francisco, así como otros funerales por distintas asociaciones del personal de Trasatlántica.
Especialmente notable es la contribución del abogado y escritor gaditano Julio Molina Font, autor del libro “Cádiz y el vapor-correo de Filipinas Carlos de Eizaguirre (1904-1917). Historia de un naufragio”. Molina ha colaborado con la embajada de España en Sudáfrica y el consulado general de España en Ciudad del Cabo en la organización de los actos conmemorativos, así como el profesor Bruno Werz, especialista sudafricano en patrimonio subacuático.

Foto: Archivo de Arnaldo Gómez Durán vía vidamaritima.com