El fabricante aeronáutico canadiense Bombardier ha anunciado la venta de la cadena de producción de los aviones turbohélices Dash-8 a la compañía de su misma nacionalidad De Havilland, que es el fabricante de los aviones bomberos Canadair CL-215 y forma parte del grupo Viking Air. Segundo paso en su estrategia de desinversiones, después de que haya alcanzado un acuerdo con Airbus para la cesión de la producción de los aviones CS100 y CS300, que ahora produce el gigante europeo con la denominación Airbus A220.
Además del avión bombero Canadair CL-215, Viking Air produce también el bimotor Twin Otter y con la incorporación del Dash-8 o Q Series (Q de quiet, en inglés, silencioso) se introduce en el mercado de turbohélices de mayor capacidad, en el que tiene un competidor muy fuerte llamado ATR, con el que ha ido a la par, pues desde el inicio de la producción en 1983 hasta el presente, ha fabricado unos 1.230 unidades.
Los medios especializados informan que la decisión de Bombardier tiene que ver con la situación financiera por la que atraviesa, debido, precisamente, a los costes muy elevados del desarrollo del proyecto de los aviones CS100 y CS300, lo que ha causado diversos problemas y, entre otros, el despido de unos cinco mil trabajadores. Con esta decisión, Bombardier se queda con la producción del avión CRJ, aunque parece que también está en venta, informa el digital especializado preferente.com.
Foto: Air Southwest