El sábado 11 de noviembre, el buque de asalto anfibio L52 “Castilla” entraba en Cartagena con una carga inusual en su dique, dos lanchas de instrucción. Se trataba de la A83 “Contramaestre Sánchez Hernández”, ex “Guardiamarina Godínez” y la A85 “Contramaestre Lamadrid”, ex “Guardimarina Chereguini”.
Estas dos lanchas formaron parte en su día del quinteto que formaban junto con las “Guardiamarina Salas”, “Guardiamarina Barrutia” y “Guardiamarina Rull” y que a principios de los años ochenta se construyeron en el Ramo de Casco del Arsenal de Cartagena con destino a la Escuela Naval Militar de Marín, para prácticas de navegación de los guardiamarinas.
De casco de aluminio, serían reemplazadas hace unos años por otras de fibra hechas por los astilleros Rodman, pasando estas destinadas a la Estación Naval de La Graña, para seguir ejerciendo el mismo cometido de lanchas de instrucción, pero para los alumnos de la Escuela de Maniobra, permutando entonces sus nombres de guardiamarinas por otros que llevaron contramaestres, como se detalla en el encabezado.
Ambas unidades, que prestaron durante casi cuarenta años inestimables servicios de instrucción, serán hundidas en prácticas de tiro al sur de Baleares, hasta donde han salido remolcadas desde Cartagena por el remolcador de altura A53 “La Graña”.
Fotos: Diego Quevedo Carmona
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Si no se apuran a hundirlas, enseguida los ecologistas van a montar un buen «pollo» y quedarán suspendidas las maniobras.