El legendario avión francés Sud SE-210 Caravelle llegó en 1960 a Finnair, que entonces se llamaba Aero Oy. Fue, además, el primer avión a reacción que tuvo la aerolínea finlandesa y durante algún tiempo coexistió con el bimotor Convair CV 440 Metropolitan, que a partir de entonces quedó relegado a un segundo plano en líneas domésticas., al igual que algunos Douglas DC-3.
Finnair operó quince aviones de las versiones Caravelle III (1960-1965), Caravelle VI-R (1964) y Caravelle 10B (1964-1984), conocido como Super Caravelle, configurado en 73 asientos. Con ellos comenzó el despliegue turístico de Finnair a Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife, Palma de Mallorca y Rímini. En 1963, Aero Oy adquirió el 27% de Karair, que fue la primera aerolínea finlandesa que trajo turistas en 1959 a España, concretamente a Málaga.
En 1960 asumió la dirección de la aerolínea nacional el economista Gunnar Korkhonen, que introdujo numerosos cambios en la estrategia de la compañía. A partir de entonces, el turismo finlandés de invierno comenzó a ser conocido y apreciado en los destinos a los que llegaba y el lejano país nórdico se acercó mucho más a Europa y Europa a Finlandia. Eran los tiempos del presidente Kekkonen, que se mantuvo en el poder por espacio de un cuarto de siglo.
Con su actual denominación, Finnair existe desde el 25 de junio de 1968. La incorporación, unos meses después, de su primer Douglas DC-8 permitió abrir la primera línea trasatlántica, Helsinki-Nueva York, inaugurada el 15 de mayo de 1969. La aerolínea volaba, además, a Leningrado, Atenas, Dubrovnik y Bruselas y en 1971, con la llegada del Douglas DC-9, amplió su presencia en Lisboa y Berlín Este.
Foto: Finnair (twitter)