El empresario Bernard Lonis recibió ayer, de manos de la cónsul general de Francia en España, Marie-Christine Lang, el nombramiento de cónsul honorario de Francia en Canarias, con sede en Santa Cruz de Tenerife. Un acto celebrado en el Real Casino de Tenerife en un encuentro nutrido en el que se hicieron patentes las normas y medidas sanitarias del coronavirus. En realidad, Lonis lleva algo más de un año en el cargo, pues su nombramiento llegó poco antes de la pandemia, por lo que su estreno coincidió con una extraordinaria carga de trabajo en la repatriación y atención de sus conciudadanos.
Bernard Lonis es un hombre de una gran solidaridad y generosidad. Es propietario de varios hoteles de ciudad en los que se alojaron ciudadanos afectados por el devenir de la pandemia y las dificultades que ha entrañado todo este proceso desde el comienzo de la crisis sanitaria. En colaboración con las autoridades competentes se trataba de coordinar la atención precisa y responsable y la repatriación de quienes lo deseaban, en unos momentos de gran incertidumbre y dificultades de todo tipo.
Por la suma de razones expuestas, Bernard Lonis –que anteriormente había sido cónsul de Senegal– recibió en el mismo acto la Medalla de Honor del Ministerio de Asuntos Exteriores francés, así como el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, la Orden Nacional del Mérito de la República de Francia. Es conocida la histórica colaboración del ayuntamiento capitalino desde hace décadas con la Alianza Francesa y el consulado en la celebración de actos y la cesión del salón de plenos para el Día de la Fiesta Nacional de Francia, cada 14 de julio.
Un acto emotivo el de ayer tarde en el Real Casino de Tenerife, en el que el momento más entrañable fue la intervención de los hijos de Bernard Lonis y la entrega de un cuadro evocando momentos destacados de la vida familiar. Sonaron los acordes de los himnos nacionales de Francia y España con la actuación de un cuarteto musical y la presencia de autoridades civiles y militares, así como una nutrida representación del Honorable Cuerpo Consular acreditado en Santa Cruz de Tenerife y presentación de la periodista María Rozman.
Bernard Lonis se suma a la larga lista de cónsules de Francia en Santa Cruz de Tenerife, entre ellos Jean Dekany Weber –presente ayer en el acto– y Sabino Berthelot, el más conocido de los cónsules en el pasado, de especial arraigo en la capital tinerfeña. Otras familias de origen francés –Guigou, Baudet, Claverie, Bartlett, Hardisson…– han dejado su impronta en la vida social de Tenerife, vinculados a diversos sectores, entre ellos la medicina, la investigación, el comercio y la actividad portuaria y consular.
Foto: Diario de Avisos y Juan Carlos Díaz Lorenzo