El Consejo de Ministros aprobó ayer, a propuesta del ministro de Fomento, José Luis Ábalos, el nombramiento de Benito Núñez Quintanilla (Albacete, 1976) como director general de la Marina Mercante. Ingeniero naval por la Universidad Politécnica de Madrid y funcionario del Cuerpo de Ingenieros Navales desde 2004, tiene experiencia y conocimiento del sector, por lo que su nombramiento ha sido recibido con cierta expectación dado su perfil técnico y su talante dialogante, según destacan quienes le conocen.
Benito Núñez ha trabajado como inspector en la Capitanía Marítima de Burela entre 2004 y 2005. Hasta 2009 desempeñó los cargos de director del Servicio Provincial en Albacete, subdirector adjunto a la Secretaría General y vocal asesor en la Unidad de Apoyo de la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado.
En 2009 fue nombrado subdirector general económico-administrativo de la Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos del Ministerio de Cultura y en 2010 asesor del gabinete de la Vicepresidencia primera del Gobierno. Desde noviembre de 2010 ha trabajado como vocal asesor-jefe de la Unidad de Apoyo de la Dirección General de la Marina Mercante y desde 2014 es el representante alterno de España en el Consejo de Administración de la Agencia Europea de Seguridad Marítima.
Confiamos en que se tome su nuevo cargo con empeño y decisión y encuentre los apoyos necesarios tanto en la Administración a la que pertenece, como en el propio sector, para intentar darle una vuelta muy necesaria a la penosa situación en la que se encuentra la Marina mercante española, en parte heredada de anteriores gobiernos de su mismo sello político.
Que sea ingeniero naval no es una panacea. Ojalá sepa formar equipo competente con profesionales fiables que conozcan en profundidad las inquietudes y las necesidades del sector. En todo caso, que sea valiente y arriesgado, que llame a las cosas por su nombre y que aporte soluciones prácticas y viables en un sector entristecido y decepcionado por la mayoría de las gestiones precedentes. Quizás sea mucho pedir.
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