A la hora prevista y coincidiendo con la pleamar, el casco de la construcción número 1.705 del astillero Barreras, Vigo, correspondiente al primer “cruise yatch” contratado por la compañía norteamericana Ritz-Carlton Hotel Co., ha resbalado por la grada con el ceremonial acostumbrado. Los remolcadores que le esperaban han hecho sonar sus sirenas, a modo de bienvenida en su primer contacto con el agua.
El nuevo buque, que será abanderado en Malta, ha tomado forma en nueve meses, desde que el pasado 11 de enero se colocara el primer bloque de la quilla. La construcción implica, solo en concepto de mano de obra del personal del astillero y la industria auxiliar de la región, algo más de un millón de horas de trabajo y la aportación de unos 45 millones de euros. Ha sido botado sin nombre, pues la ceremonia de bautizo se celebrará en EE.UU. a continuación de su entrega.
El diseño corresponde a la firma de arquitectura naval sueca Tillberg Design y los principales promotores del proyecto son el fondo de inversión Oaktree Capital Management, que aporta la financiación y los navieros Douglas Prothero y Lars Clasen. Es el primero del segmento denominado “ultra premium” con el que se estrenará una nueva sociedad denominada Ritz-Carlton Yacht Collection.
El contrato asciende a 240 millones de euros –es uno de los más caros en su tamaño de la industria privada– y deberá ser entregado llave en mano en el último trimestre de 2019, es decir, treinta meses contados a partir de la firma del contrato. De la clasificación se ocupa la sociedad DNV GL.
Se trata de un buque de 1.740 toneladas de peso muerto en un casco de 190 m de eslora –162 m de eslora entre perpendiculares–, 23,80 m de manga y 5,65 m de calado, propulsado por cuatro motores que suman una potencia de 14.400 kw y la permitirá una autonomía de 8.000 millas a una velocidad económica de 16 nudos. Podrá alojar a 298 pasajeros en 149 suites en un ambiente de ultralujo y 246 tripulantes.
El estreno de Barreras en la construcción de un “cruise yatch” abre una nueva etapa en la que la factoría gallega se suma al selecto grupo de astilleros internacionales que tienen sello de calidad y garantía en el catálogo de este tipo de buques. Existe la opción de dos unidades más, sujetas a la entrega puntual del primero y la comprobación de procesos y calidades.
Barreras tiene experiencia en la construcción de buques de pasaje, pues el grueso de la flota de Naviera Armas salió de sus gradas entre 2005 y 2011, además de otros tres para Balearia y dos para la naviera francesa Transmanche Ferries. Con anterioridad, en la década de los noventa, el astillero había construido un ferry para Limadet, otro para una compañía de Nueva Zelanda y dos para Naviera Armas.
Foto: José R. Montero