Con la puesta a flote del buque double ended “Cap de Barbaria”, Balearia retoma la experiencia cosechada durante casi veinte años con el buque del mismo tipo “Arlequín Rojo”, que estuvo en servicio en la línea Ibiza-Formentera entre 1994 y 2003. Un buque de dos proas, lo cual es una notoria facilidad para las operaciones de carga y/o descarga rodada y que se espera entre en servicio en el verano de 2023.
Un buque que hace historia en la construcción naval española del siglo XXI y que ha tomado forma en Astilleros Armón Vigo. Balearia vende la imagen de que no emitirá humos en las maniobras en puerto, puesto que para ello utilizará baterías que se recargarán durante la travesía alimentada por los motores diésel.
Otro aspecto interesante es la utilización del buque como banco de pruebas para el empleo de hidrógeno verde. Se proyecta la instalación de una celda de hidrógeno comprimido de 100 kW para conocer el resultado de este tipo de energía. En ese aspecto, Armón Navia ha construido el remolcador “Hydrotug 1”, que se encuentra en el puerto de El Musel para iniciar su calendario de pruebas de mar.
El buque “Cap de Barbaria” mide 83 m de eslora y 15 m de manga y tendrá capacidad para 350 pasajeros en varios ambientes y servicios y un máximo de 14 camiones. Por su inscripción en el Segundo Registro de Canarias, figura inscrito en la matrícula naval Santa Cruz de Tenerife. Al menos, de momento.
La puesta a flote está prevista para esta tarde, a las 16,30 horas, aprovechando la pleamar. Balearia ha invitado como madrina a la atleta Andrea Romero Escandell, de origen granadino y afincada en Formentera. Laudelino Alperi, presidente del Grupo Armón –un astillero opaco en su política de comunicación– y Adolfo Utor tomarán la palabra.


Fotos: Balearia