Naviera Armas hizo en su momento una apuesta que le ha salido bien en la línea Motril-Melilla. No existía comunicación marítima desde el puerto granadino hasta que apareció la naviera canaria, pues precisaba encontrar nuevos nichos de mercado para ubicar a su numerosa flota, construida y/o comprometida en los años de las “vacas gordas”, de modo que entre 2005 y 2011 incorporó nada menos que siete buques nuevos.
Aprovechando la debilidad que entonces tenía Trasmediterránea, y a pesar de ser accionista minoritario de la naviera liderada por el Grupo Acciona, Naviera Armas se ha metido de lleno en las líneas que atienden Melilla, Nador y Al Hoceima desde Motril y Almería, consiguiendo con ello mantener ocupada a una parte de su flota y hacer frente en mejores condiciones a su considerable endeudamiento, lo mismo que Balearia, que es aún mayor según fuentes del sector.
Bien es verdad que la Trasmediterránea de entonces nada tiene que ver con la actual. El cambio de estrategia de los últimos tiempos propiciado por el ingeniero naval Mario Quero y su equipo está dando resultados e inquieta a la competencia. Trasmediterránea está volcada en Melilla, donde tiene presencia desde hace casi cien años y en Baleares está remontando de manera muy considerable.
Hasta ahora no se había producido competencia directa entre Naviera Armas y Balearia y la habrá a partir de finales de este mes en las líneas Motril-Melilla y Almería-Melilla. En el caso de la segunda línea competirá también con Trasmediterránea. El barco designado será el fast-ferry “Pinar del Río”, que regresa a España después de su etapa en la línea Fort Lauderdale-Freeport iniciada en 2011 y hay que buscarle ubicación. De manera que habrá alta velocidad por primera vez entre Granada y Melilla.
Foto: Benny N