A las dificultades por las que atraviesa el transporte aéreo en Venezuela, reflejo de la grave crisis política y social en la que se encuentra el país, se ha sumado desde ayer el repentino cese de operaciones de Avianca –inicialmente anunciado para el próximo 16 de agosto-, lo que ha complicado aún más la conectividad aérea del país. Las imágenes de televisión muestran el caos en el aeropuerto de Maiquetía, con unos trece mil pasajeros afectados, a los que se trata de reubicar en otras aerolíneas o la devolución del importe del billete pagado.
Avianca argumenta razones operativas y de seguridad para esta decisión. Según informa la edición digital del periódico colombiano El Espectador, en una información de la corresponsalía de la Agencia Efe, los riesgos se refieren a diversas deficiencias en la infraestructura aeroportuaria de Maiquetía.
Se refiere, en concreto, a problemas de fluido eléctrico, conexión a internet, fallos en la señalización de las pistas de rodaje y despegue, deterioro y averías en los equipos de handling, así como dudas en fiabilidad de los equipos de suministro de combustible, debido al vencimiento de las certificaciones de los mismos, lo que ha ocasionado filtración y derrames en el abastecimiento.
Otros problemas añadidos, según refleja la información de El Espectador, se refiere a la falta de preparación del personal de handling y la frecuencia de los robos y saqueos de equipajes. Tripulaciones de Avianca han sido objeto de varios atracos en sus desplazamientos entre el aeropuerto y el hotel en Caracas, razón por la cual Avianca suprimió hace meses el alojamiento y sólo realizaba vuelos diurnos.
Se ha recordado, asimismo, de que en octubre de 2016 un avión caza de la Fuerza Aérea venezolana hostigó a un avión B-787 de Avianca en vuelo Madrid-Bogotá cuando cruzada el espacio aéreo de Venezuela. A pesar de las protestas de Avianca y de la autoridad nacional aeronáutica de Colombia, no ha habido respuesta al incidente.
Foto: Airbus Industrie