Tiene el sello inconfundible de los aviones herederos de la extinta Unión Soviética. En este caso se trata del avión Antonov An-70, al que vemos en una interesante fotografía tomada por nuestro colaborador Tave Myliu. Es el primer avión de su tamaño propulsado por cuatro motores Progress D-27 “propfan”, elementos muy llamativos de su estética, consistentes en propulsores de rotación invertida, es decir, cada motor hace girar un par de hélices de contra rotación.
El afamado fabricante aeronáutico tiene su sede en Ucrania y su desarrollo comenzó en la década de los años ochenta, cuando la citada república todavía formada parte de la URSS. El proyecto despertó el interés de la fuerza militar aérea de transporte de la época, que precisaba reemplazar a los veteranos Antonov An-12. Se hizo su primer pedido de 160 unidades y se planificaron plantas de producción en Kiev y Samara y con ello garantizar empleo a unas ochenta mil personas.
Pero los cambios que trajo consigo la “perestroika” de Gorbachov y la desintegración de la URSS dieron al traste con este proyecto, de modo que Antonov decidió seguir adelante en solitario y el 16 de diciembre de 1994 realizó su primer vuelo el primer prototipo que, cosas del destino, se perdió en febrero de 1995 tras una colisión en el aire con un avión Antonov An-72. Sin embargo, aquel suceso no frenó el programa, pues el segundo prototipo levantó el vuelo en diciembre de 1996.
A día de hoy, según lo publicado en la prensa internacional especializada, la Fuerza Aérea de Rusia ha contratado 60 unidades modificadas para fines de transporte militar de acuerdo con lo previsto en el programa militar 2011-2020. La Fuerza Aérea de Ucrania tiene previsto contar con dos unidades y la compañía Volga Dnepr Airlines hizo pública su intención de contratar cinco unidades.
Entre sus peculiaridades destaca la posibilidad de comercializarlo fuera de su entorno y por ello cumple con estándares europeos y norteamericanos, con un precio de 60 millones de dólares por unidad y, llegado el caso, la instalación compatible de aviónica y defensa de la OTAN. Los paneles son de cristal líquido y controles “fly by wire”. Todo el interior de la cabina ha sido rediseñada para su operación a cargo de tres o cinco tripulantes.
Mide 40,70 m de longitud, 44 m de envergadura y 16,38 m de altura. Puede cargar 47 toneladas o 300 soldados con sus equipos o evacuar a 206 heridos. Los motores desarrollan 14.000 caballos de potencia cada uno, lo que le permite una velocidad máxima operativa de 780 km/h y un alcance de 6.600 km con 20 toneladas de carga. El peso máximo al despegue es de 145 toneladas y el techo de servicio de 40.000 pies (12.000 m).
Foto: Tave Myliu