En su día fueron alumnos de máquinas que hicieron sus prácticas reglamentarias en el ferry “Volcán de Taburiente” y cuando comenzaron sus vidas profesionales continuaron en el mismo barco y en la empresa en la que encontraron su oportunidad. Naviera Armas, con muy buen criterio y siguiendo las sugerencias del jefe de máquinas Marcelo González Rebanedo, incorporó a dos jóvenes oficiales que habían acreditado pronto su capacidad y competencia.
En la foto vemos a Aarón Morales Sabina (primer oficial) y a Lidia Paola Padilla Cruz (segundo oficial), enfrascados en una de sus responsabilidades en su medio de trabajo: desmontaje y reacondicionado de inyectores en uno de los cuatro motores principales de que dispone el buque. Es el día a día de una profesión apasionante, que tiene mucho de técnica, conocimiento y dedicación y de la que depende en buena medida que todo funcione a bordo con normalidad, como así sucede, formando parte de un equipo de excelentes profesionales.
Foto: cedida
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No hice inyectores en ese barco. Me tocó la varada y yo que estaba de segundo de maquinas, y como allí nadie sabía hacerlos, y aprovechando que son mi especialidad pues me encargué de reacondicionar los 36 inyectores de los 4 mm.pp. , 9 por motor. Si había toberas nuevas se las ponía y si no pues a reacondicionar a la vieja usanza.
Fundamental el buen asiento de la tobera sobre la superficie de la caña del inyector así como el ajuste de la aguja en su asiento; que como bien se sabe debe de hacerse sobre «un mínimo contacto contacto» ; que me diría el jefe de máquinas cuando giraba visita por el taller. Conocí a un maquinista gallego que se hacia su propia pasta de esmerilar, entre cuyos componentes añadía pasta dentrífica ; Avelino, era el nombre de aquél profesional , cuyo ronquido de los inyectores cuando los probaba en la bomba, era como musical…..
Enhorabuena Aaron y Lidia ; habéis elegido una apasionante carrera, tanto por su complejidad técnica como por sus dificultades y difíciles momentos por los que os tocará pasar ; gracias a vosotros y a gente como vosotros el buque navega. En más de una ocasión comprenderéis que es eso de la soledad del mando , que no es otra cosa qué cuando los compañeros de la tripulación estarán pendientes de de vuestra acertada decisión para salir de algún difícil momento ; insisto: apasionante y gratificante profesión ; ya lo veréis. Adelante y procurad estar siempre actualizados y dispuestos a seguir aprendiendo; uno de los encantos de la carrera es que cada vez el mundo de la técnica se complica más.