La crisis del Boeing B-737 Max ha contribuido generosamente a que Airbus se haya posicionado en 2019 como el primer fabricante de aviones del mundo, con la entrega de 863 unidades, aunque está por debajo del objetivo que se había fijado de 860 aviones. Una serie de problemas industriales detectados en el cuarto trimestre del año redujeron su objetivo, aunque el listón alcanzado supera por primera vez el tope logrado en 2011 y supone un aumento del 7,9% con respecto a 2018.
La distancia con el fabricante aeronáutico Boeing es considerable, pues en los once primeros meses de 2019, el gigante norteamericano entregó 345 aviones, en su mayoría de largo radio, frente a los 704 aviones entregados en el mismo periodo de 2018.
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