No le van mal las cosas a Air Nostrum. En 2018 obtuvo un beneficio después de impuestos de 19 millones de euros, lo que supone un incremento del 46% en relación al año precedente. Y así lleva cinco años, en los que viene acumulando beneficios tras el episodio crítico que vivió en 2014.
Para alcanzar estos resultados, Air Nostrum ha aplicado una política de ahorro de costes, concentración es esfuerzos en mercados y rutas rentables y el aumento de los niveles de ocupación con un diseño de operación más eficiente. Ha de incluirse, asimismo, el precio de los billetes, que está por encima de la media.
La cifra de negocio en 2018 ascendió a 501,48 millones de euros (+9,4%) y con una flota de 42 aviones –dos menos que en 2017– realizó 74.779 vuelos y operó en 62 rutas de 45 aeropuertos, transportando en total 4.724.520 pasajeros (+8,5%). La ocupación fue del 73,7%, que son cinco puntos más que en 2017 y siete puntos más que en 2016. La aerolínea franquiciada de Iberia emplea a 1.431 personas.
Dice Carlos Bertomeu –que bien pudo ser el dueño de Binter Canarias antes de su venta definitiva en julio de 2002–, que “hay que preservar en la lucha por la competitividad para consolidar a la compañía como líder de la aviación regional europea”.
Foto: Air Nostrum