Nos recuerda nuestro colaborador Rodrigo Rodríguez Palacios, en las imágenes que acompañan y que son de su autoría, la importancia del “push back” en un aeropuerto. El protagonista mecánico es un tractor, en forma de una especie de “hormiga atómica”, que tiene un peso de 28 toneladas y está movido por un motor V8 de 470 caballos de potencia y 16.000 centímetros cúbicos, con un consumo de 43,7 litros de gasoil a la hora. Puede arrastrar o empujar pesos de hasta 396 toneladas.
Para el manejo de una de estas máquinas se requiere de un cursillo muy riguroso y exigente, de dos semanas de duración, una teórica y otra de práctica con la presencia de un monitor. El personal que lo maneja requiere de mucha habilidad, precisión y cuidado y así lo demuestra en cada operación, Existe un modelo de barra de acople, como el que vemos en las imágenes y que es el más frecuente y otro llamado “cangrejo”, en el que literalmente levanta el avión por la rueda del tren delantero.
Vaya en estas líneas nuestro reconocimiento para el buen quehacer de estos profesionales, que suelen pasar desapercibidos en el conjunto de la actividad aeroportuaria.
Fotos: Rodrigo Rodríguez Palacios