El pino de Santo Domingo es uno de los ejemplares más notables en su clase existentes en la isla de La Palma. Todos los fuencalenteros sentimos por él especial aprecio. Los expertos en botánica dicen que tiene unos 400 años de antigüedad y se ha recuperado favorablemente de los efectos del fuego devastador que asoló al pueblo fuencalentero entre julio y agosto de 2009. Antes había sobrevivido a otros incendios y a la intención, nunca consumada, de aserrarlo para aprovechar la madera de tea en las obras de ampliación de la iglesia de San Antonio, a finales del siglo XIX. Un grupo de fuencalenteros residentes en Cuba, al tener noticia de la intención, pagaron de su pecunio el importe de la madera y con ello se evitó la desaparición de un ejemplar tan soberbio.
El pino de Santo Domingo está situado en el paraje denominado Riveros, en un cruce de caminos de medianías, distante unos tres kilómetros del núcleo urbano de Los Canarios y al mismo se puede acceder tanto por la carretera que conduce al campo de fútbol, como por la vía que bordea el caserío de La Fajana.
Después del incendio, el Ayuntamiento de Fuencaliente de La Palma, en una acción digna de encomio, adecentó el entorno del soberbio ejemplar y organizó una nueva área de descanso, que fue inaugurada el 25 de julio de 2011. Mesas y bancos de madera con capacidad para unas 70 personas permiten disfrutar de una estancia en un entorno natural distinguido, contando, además, con baños, lavamanos, muro de servicios, tomas de agua, asadero y aparcamientos. Todo ello resultado del empeño que había puesto el gabinete técnico del Ayuntamiento con la colaboración del área de Medio Ambiente del Cabildo Insular.
En la pequeña hornacina existente en el pino de Santo Domingo se colocó de nuevo una imagen del fundador de la Orden de Predicadores, más conocidos como dominicos (siglo XII), donada por el sacerdote fuencalentero Antonio Hernández Hernández, presente en el acto y bendecida por el párroco local Moisés Acevedo.
También luce de nuevo, después de su recuperación y restauración, la Cruz del Santolario, colocada allí en 1950 por Vicente Hernández Rodríguez, padre del sacerdote Antonio Hernández y durante muchos años sacristán de la iglesia de San Antonio abad, patrono de Fuencaliente de La Palma. Dicha cruz sobrevivió al voraz incendio sufrido entonces, así como a la riada posterior.
El acto de inauguración estuvo presidido por el alcalde, Gregorio Alonso Méndez y contó con la presencia de varios concejales de la corporación municipal, los consejeros de Medio Ambiente y de Turismo del Cabildo Insular de La Palma, así como varios párrocos de la Isla y unos 250 vecinos, que disfrutaron de un almuerzo popular amenizado con la actuación de Los Versadores.
Con la puesta en servicio de esta nueva área, el Ayuntamiento de Fuencaliente de La Palma realza los valores naturales del municipio, convertido en un reclamo para caminantes, senderistas y visitantes. La nueva instalación se suma a otras áreas recreativas, como la Fuente de Los Roques, el área de descanso de Los Canarios, Cruz del Llano del Tanque, Pino de La Virgen y El Pinalejo.
Foto: Juan Carlos Díaz Lorenzo