El antiguo buque-hospital portugués “Gil Eannes”, que se encuentra amarrado en el puerto de Viana do Castelo desde enero de 1998 y abierto al público desde el 19 de agosto del citado año, recibe cada año una media de 40.000 visitantes, en su mayoría jóvenes, turistas y gentes relacionadas con el mundo de la mar y los barcos. De su gestión se ocupa la Fundaçao Gil Eannes, entidad que ha acreditado su fiabilidad y competencia después de algo más de veinte años de andadura.
En su recorrido por los diferentes espacios del museo flotante, el público retrocede en el tiempo a las décadas de los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, apreciando cómo eran las condiciones de asistencia sanitaria de los pescadores y tripulantes portugueses que realizaban sus faenas en campañas de seis meses en los caladeros de Terra Nova y Groenlandia dedicados a la pesca del tan apreciado bacalao, que forma parte de la dieta, hoy convertida en exquisitez, de la mesa portuguesa.
El buque-museo ofrece, asimismo, un simulador de navegación con imágenes de Viana do Castelo, exposiciones fotográficas y documentales sobre la historia marinera del buque y de la pesca del bacalao, sala de exposiciones y reuniones, una posada para jóvenes situada en las antiguas enfermerías, camarotes de médicos y enfermeros, con capacidad para 65 plazas. Desde agosto de 2003 funciona la hospedería, que tiene bastante éxito de aceptación.
En nuestro recorrido realizado en octubre de 2019 pudimos apreciar con detalle el puente de mando, el cuarto de derrota, la sala de telegrafía, la cocina, la panadería, la bodega, la sala de máquinas, el consultorio médico, la sala de curas, el gabinete de radiología, diversos camarotes y salas de exposiciones temporales. Otras áreas del buque han sido rehabilitadas para uso social y comercial: sala de reuniones en la antigua cámara de oficiales; tienda de recuerdos, bar terraza y el citado albergue para jóvenes.
Construcción número 15 de los Estaleiros Navales de Viana do Castelo, entró en servicio en mayo de 1955. Es un buque de 3.467 toneladas brutas y 1.805 toneladas netas en un casco de 98,61 m de eslora total –88,70 m de eslora entre perpendiculares–, 13,77 m de manga, 8 m de puntal y 5,50 m de calado máximo. Estabapropulsado por dos motores diésel fabricados en los talleres Fairbanks Morse & Co., en Beloit (Wiscosin, EE.UU.), con una potencia de 2.800 caballos sobre un eje y una velocidad de 15 nudos con buena mar.
De su larga hoja de servicios se dice que, además de su función como buque hospital, también fue buque de mando, correo, remolcador y rompehielos, garantizando el abastecimiento de alimentos, repuestos, cebos y combustible a los bacaladeros de su bandera. A partir de 1963 compartió su misión de buque-hospital con la de buque mercante frigorífico y de pasajeros y así permaneció hasta 1973, año en el que hizo de embajada flotante en Brasil con motivo del viaje oficial del embajador José Hermano Saraiva.
En 1975, después de año y medio de amarre, volvió de nuevo a navegar como buque mercante transportando cargas de bacalao seco de Noruega a Lisboa, al servicio de la Comisión Reguladora del Comercio de Bacalao y en ese mismo año fue requisado por el Gobierno portugués para participar en la guerra de Angola como buque hospital.
A su regreso fue reacondicionado para volver a su condición de mercante, etapa en la que hizo viajes a Noruega, Canadá, Nueva Inglaterra, África del Sur y España. En 1984 se procedió a su amarre definitivo, cambiando de puerto hasta que llegó a Lisboa, donde en 1997 se vendió para desguace. La noticia de lo que parecía futuro inminente cambió de sentido cuando la Cámara Municipal de Viana do Castelo se movilizó y consiguió rescatar a este barco, siendo remolcado a la ciudad donde nació para ser expuesto como memoria viva del pasado marítimo de la ciudad y del país.
En 1998 fue reformado en los astilleros de Viana do Castelo con la ayuda de varias instituciones, empresas y ciudadanos y su gestión se cedió a la Fundaçao Gil Eannes, abriéndose desde entonces al público en su atraque del muelle viejo de la histórica ciudad marinera, convertido en un importante testigo del acontecer marinero en las lejanas latitudes de Terra Nova y Groenlandia.
Portugal hace así honor a su larga tradición marinera. Además del citado buque-hospital, en los últimos años han sido restaurados para su conservación y exposición al público otros barcos, como el bacaladero “Santo André”, convertido en museo del bacalao en Ithavo (Aveiro); “Creoula”, antiguo bacaladero a vela (lugre) y con doris para la pesca a mano (a linha), que estuvo navegando hasta 1973 y en la actualidad es un precioso buque-escuela de cuatro palos de la Marina de Guerra de Portugal. Figura también el buque “Santa María Manuela”, otro lugre gemelo del anterior, que también fue restaurado en talleres de Marín. Ambos buques fueron construidos en 1937 en los astilleros de Lisboa y un año después otro gemelo llamado “Argus”, transformado en yate de recreo y en la actualidad ostenta el nombre de “Polynesia”.
Fotos: Juan Carlos Díaz Lorenzo