A bordo del buque escuela italiano “Amerigo Vespucci”

De nuevo en el puerto de Cádiz, después de cinco años de ausencia, la gracia y la elegancia del buque-escuela italiano “Amerigo Vespucci” –comandante, capitán de navío Massimiliano Siragusa, en el mando desde septiembre de 2021–, que realiza un viaje de instrucción con 143 cadetes de primer año de la Academia Naval de su país y otros trece invitados de países extranjeros. A su llegada ha sido recibido por la cónsul de Italia en Cádiz, María Inmaculada Terry Merello.

En el actual crucero de instrucción ha hecho escalas en Palermo, Túnez, Argel, Lisboa y Casablanca. Desde Cádiz continuará viaje a Trapani y Livorno, donde tiene su base. Se han organizado tres días de puertas abiertas, con una gran afluencia de público, interesado en conocer este llamativo buque, cuyo origen se remonta a 1925, cuando se tomó la decisión de su construcción.

Proyectado por el teniente coronel ingeniero Francesco Rotundi, que también trazó los planos del buque casi gemelo “Cristóforo Colombo” –acabó en poder de la URSS después de la Segunda Guerra Mundial–, tomó forma en el astillero de Castellammare di Stabia, donde el 22 de febrero de 1931 se procedió a su botadura con el ceremonial acostumbrado y el 2 de julio siguiente se procedió a su entrega. El 15 de octubre del citado año recibió la bandera de combate en el transcurso de una ceremonia celebrada en el puerto de Génova.

Es un buque muy bonito pintado de negro, blanco y ocre, con aparejo de fragata de tres palos, de 4.150 toneladas de desplazamiento máximo en un casco de 100,50 m de eslora –83 m de eslora entre perpendiculares–, 15,56 m de manga y 7,30 m de calado. Despliega una superficie vélica de 2.824 metros cuadrados y para las maniobras en puerto y tiempos de calma chicha dispone de dos motores MTU de 1.360 kW cada uno, que le permite mantener una velocidad de 10 nudos.

Posee una densa hoja de servicios, ha sido modernizado en ocho ocasiones –la más larga entre 2013 y 2016– y su lema oficiales desde 1978 es “No el que empieza, sino el que persevera”. Desde 1931 hasta 1946 el lema fue “Por la Patria y por el Rey”, siendo sustituido en 1946 por “Equilibrios en la furia de los vientos y los acontecimientos”.

Fotos: Manuel Sánchez Quijano para puentedemando.com