En 1979 Japón implanta la primera red móvil, el 1G.
2021, tras 42 años y tres saltos tecnológicos llega el 5G, para revolucionar las comunicaciones con una velocidad de intercambio de datos, que pulveriza las actuales y que hace posible la implantación de nuevas tecnologías que carecían hasta ahora, de los medios de transmisión necesarios para ser operativas. El 5G resuelve definitivamente esta carencia e impulsa la implantación en los puertos, de las más sofisticadas herramientas, para mejorar su competitividad.
El internet de las cosas, o IOT por sus siglas en inglés, ofrece un ancho de banda de gran capacidad y velocidad, una baja latencia y una alta fiabilidad en las comunicaciones, lo que permite la sensorización a gran escala de cualquier operación.
Y gracias a este salto cualitativo, muchos puertos se han lanzado ya a la instalación y desarrollo de proyectos 5G. Barcelona, Algeciras, Hamburgo, Livorno, Belfast, Riga, Singapur, Manzanillo, Qingdao, Xiamen, son ejemplos de puertos que lideran proyectos de implantación del 5G en sus instalaciones.
El motivo es que esta red permite una mejora exponencial de las operaciones comunicaciones y seguridad en los puertos.
Ha permitido materializar proyectos como la automatización de vehículos y grúas en terminales convirtiéndolos en autónomos, la mejora de la trazabilidad de las mercancías desde su centro de producción hasta su distribución, tomar decisiones en tiempo real durante emergencias, gracias a modernos sistemas de simulación y predicción de accidentes, comunicar remolcadores entre si para mejorar la seguridad y efectividad de las maniobras, ampliar el campo de aplicación de los drones, incluso los subacuáticos, mejoras en la monitorización operativa con lectura en tiempo real de miles de sensores, etc. La aplicabilidad es amplísima.
Llega así la mejor herramienta disruptiva para la toma de decisiones seguras en el menor tiempo posible, una nueva era tecnológica en lo que a comunicaciones se refiere.
El 4G que inició su andadura en el 2010, alcanza velocidades de 100 Mbps. El 5G desarrolla velocidades de hasta 10 Gbps de subida de datos y 20 Gbps de bajada, 100 veces mas que su predecesora, con un muy bajo nivel de latencia (1 milisegundo), lo que la convierte en un medio casi infalible. Estas características le permiten asimismo tener conectados simultáneamente cientos de sensores, un área de trabajo donde el 4G no llegaba. Esta fiabilidad permite integraciones y conexiones, sin necesidad de emplear conexiones físicas. Ahora bien, para explotarla se precisa de una densa red de antenas 5G, instaladas a menor distancia que las 4G y por ello, de importantes inversiones en los periodos iniciales.
De lo que no cabe duda, es que esta tecnología representará un antes y un después en los puertos. El disponer de un volumen elevado de información con un 99% de fiabilidad en tiempo real lo cambia todo. A la hora de tomar decisiones y de agilizar todos los procesos, mejorar la seguridad y anticiparnos incluso a los posibles accidentes con modernos sistemas de predicción de siniestros, los rendimientos de las instalaciones mejorarán sensiblemente. Por ello se habla ya del grupo de puertos dotado de 5G y de los que no, como una importante variable a considerar.
Esta tecnología será pieza fundamental para la automatización de las operaciones en los puertos, pero también para su sostenibilidad. Por ejemplo, permitiendo el control mas exhaustivo de las redes de energía para reducir las emisiones de CO2.
Es importante que las empresas con su propio capital se sumen al despliegue de las nuevas infraestructuras y antenas 5G y que sea un objetivo compartido, entre las instalaciones de carácter público y los desarrollos privados, poniendo atención a la coordinación y compatibilidad entre sistemas.
Posiblemente accidentes como el del buque “Ever Given” en el Canal de Suez, podría haberse evitado con las simulaciones y concentración de datos que proporciona esta tecnología en tiempo real.
Imaginemos una operativa de asistencia de remolque a un gran buque, en la que todos los remolcadores están conectados entre si, monitorizados y capaces de ver los empujes que ejerce el resto sin necesidad de verlos. Todos estos datos son retrasmitidos en tiempo real también al práctico de a bordo y al centro de control, junto con la información que recogen otras decenas de sensores sobre corrientes, viento, mareas, etc. La integración de todos estos datos, permite simular en un sistema paralelo y en base a toda la vectorización de componentes, los movimientos que va a experimentar el buque, antes de que ocurran y con la suficiente antelación, para que el práctico disponga de tiempo para su corrección. Esto es posible gracias al 5G y a la interconexión múltiple de sistemas sensorizados.
Siguiente reto, garantizar la seguridad de una red que intercambia tal volumen de datos, 100 veces más rápido que las redes actuales. La ciberseguridad es y seguirá siendo clave en un mundo cada vez mas digitalizado. No lleguemos tarde al futuro.
Foto: @twitter